BOLETIN IATROS,
JUNIO 2020.
CIRCULO DE
CIBERLECTURA
INDICE.-
Noticias.-
Comentario de libros.- Promesas
incumplidas. Científicas que conducían ambulancias en la guerra y otras mujeres
en la ciencia.
Artículo especial.- Eso que es feo nombrar
Artículo comentado.-
La batalla contra la desinformación del
COVID
Vídeo recomendado.-
Reabrir la economía en tiempos del COVID
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Noticias.-
En el último número de Folia Humanística
(nº 1, Vol 2) encontrarás:
Peray JLL.
LA COOPERCIÓN INTERNACIONAL ESPAÑOLA EN EL ÁREA
DE LA SALUD: EL CASO DE GUINEA ECUATORIAL .
Accesible en open Access en:
https://revista.proeditio.com/index.php/foliahumanistica/index
Comentario
de libros.-
Moscoso J.
Promesas incumplidas. Una historia política de las pasiones. Ed Taurus. Barna
2017
J.Moscoso |
Si en su anterior libro, Historia cultural del dolor, abogaba Moscoso por la tesis de que el dolor no sólo se representa sino que se aprende, se imita, y solo entonces tiene un significado para la colectividad, en “promesas incumplidas” la piedra angular es el análisis de la pasión. La tesis del libro es que el Romanticismo lanza una serie de ideales como la igualdad, la fraternidad, la justicia, y estas grandes promesas cabalgan los siglos XVIII y XIX para estrellarse en revoluciones ineficaces. Promesas que no llegan a cumplirse. Pero promesas que educan nuestra sensibilidad y la manera de comprender el mundo.
El libro se trufa de
relatos de personas peculiares; algunas de ellas acaban ingresando en
sanatorios de salud mental, y allí médicos de diferentes orientaciones tratarán
de dar sentido a sus delirios u obsesiones. Descubrimos en este quehacer cómo
las ideologías del momento, incluso las ideologías de tipo político, influyen
en las interpretaciones que estos médicos elaboran. Así, por ejemplo, ante pacientes
que creen ser Napoleón, (no olvidemos que estamos en las postrimerías del siglo
XVIII y siglos XIX), lo que ahora etiquetaríamos como delirios de grandeza,
(quizás ahora se estilaría mas creerse James Bond, o Donald Trump, ¿o quizás este
último se cree Bond?), en el siglo XVIII y XIX se interpretaba como una pasión desbocada
de ambición. ¿Una simple proyección de prejuicios? No, el alienista de la época
ponía en marcha una habilidad novedosa: “La circunstancia de que Leuret pudiera
analizas a su paciente sin interferir en su conducta constituye una de las
prerrogativas del nuevo régimen observacional que se abre camino a partir de la
segunda mitad del siglo XVIII. El alienista no se distingue en esto del historiador
natural o de otros interesados en el registro atento e imparcial de la
naturaleza y de sus procesos” (pág 35).
La promesa de la Igualdad |
El lector habrá percibido
que estamos en un momento histórico que podemos interpretarlo como
eminentemente represivo, (en la línea de Foucault), pero también como el inicio
de intentar escuchar y dar sentido a un discurso hasta entonces tan
incomprensible para las personas “normales” que ni tan siquiera se le
escuchaba. Moscoso subraya en este punto que no solo se valoraba el contenido
discursivo de los locos, sino también su capacidad de prometer: “lo que permite
construir un régimen de moralidad de los cuerdos, y no de los locos, no es mas
que la capacidad de hacer promesas” (pág 54). En este sentido surgía otra duda:
cuando un paciente prometía, (tras un duro régimen de duchas frías), no volver
a hablar de sus delirios, ¿podíamos confiar en su palabra?
El siglo XIX explora por
consiguiente la capacidad de las personas de prometer, y la novedad de esta época
estriba en que se le otorga al individuo otra capacidad que es previa a la de
prometer: la capacidad de disentir, de tener una opinión propia. Solo una
persona a la que creemos libre puede comprometerse a no hablar mas de sus ideas
delirantes. Pero, ¿puede un loco verdaderamente elegir?
El loco estaba transido y
poseído por las pasiones. Pero tampoco el ciudadano estaba libre de “apasionarse”,
de verse inundado por algún tipo de pasión. La medicina de la época
identificaba estas pasiones con órganos y vísceras, a las que observaba en
busca de claves que ayudaran a identificar un fenómeno tan importante en la
vida humana. No solo se atribuían a las pasiones las conductas desnortadas o
los discursos orates, sino que se creía que muchas enfermedades tenían por
origen algún tipo de pasión desbocada. “Este régimen observacional de las
pasiones se estableces sobre tres parámetros: la observación anatómica, la
indagación fisonómica y la construcción de relato” (pág 73).
El desbordamiento pasional
conduce inexorablemente a algún tipo de enfermedad, física o mental. “Las
pasiones, decían los tratadistas, enferman cuando no tienen contrapoder, cuando
una sola de ellas somete a toda la economía animal” (pág 81). Si por un lado gracias a la ambición de
riqueza el panadero madruga para proveernos de pan, y con la suma de muchos
esfuerzos similares se crea la riqueza de una nación, (A. Smith), el
desbordamiento de esta misma ambición conduce al delirio de determinadas personas,
o a nivel político a un régimen de terror. Y a nivel médico, el lujo y el
bienestar había originado una sociedad incapaz de distinguir entre la realdiad
de la enfermedad y la creencia subjetiva de malestar, (pág 86).
El siglo XIX también ve
nacer la idea de probabilidad. Las cosas no son ineluctablemente como son, sino
que son así también por azar. El monarca no lo es por ley divina, lo es por casualidad,
y el que nace pobre no lo es por designio de alguien, sino por azar. En
consecuencia las personas quieren y exigen igualdad de oportunidades, y por
primera vez se origina un sentimiento generalizado de indignación ante injusticias
de tipo político. Es ahí donde el siglo XIX lanza la promesa igualitaria, que
tanto transformaría el desarrollo político de los estados. Alumbra por primera
vez la meritocracia, dar a quien se lo merece, no a quien tiene el poder o
influencia. También la convicción de que un régimen democrático tenía que crear
condiciones de vida radicalmente mejores, y que si eso no era así se debía,
forzosamente, a la presencia de corruptos o boicoteadores.
La pasión contrariada, la
promesa de igualdad incumplida, la ambición fracasada, cualquiera de ellas
desemboca en enfermedades imaginarias o reales, en procesos somáticos que
pueden conducirnos incluso a la muerte o a delirios que nos lleven al manicomio.
Y si la ambición gozaba de gran estima por parte de los alienistas, los escritores
y filósofos del siglo XIX fijan su mirada también en la envidia, el
resentimiento, la rivalidad, en suma, de la vida social. De la envidia va a
derivar los celos, hasta entonces poco comprendidos como pasión humana. Poco a
poco emerge la paleta con todos los colores emocionales que presidirán el siglo
XX, y donde veremos cómo persisten los ideales de igualdad, las reacciones de
ira colectiva, tan bien manipuladas por los populismos, y las explicaciones
fisiopatológicas de como influyen las emociones sobre la salud. Es lo que
Moscoso llama fenómeno de cristalización. El siguiente párrafo señala el interés
del autor por el estudio histórico de las pasiones: “la historia de las
emociones no atañe tanto a los procesos de construcción del conocimiento como a
las circunstancias culturales que permiten la transformación de una
singularidad en un relato. La dificultad no radica en saber cómo podemos
acceder a las experiencias subjetivas de los otros, sino en cómo una pasión, una
pasión singular, se ha transformado en historia” (pág 222). Moscoso en este
libro se propone entender como se produce este proceso de comprendernos a
nosotros mismos, (“encontrar el yo en el nosotros”), a partir de relatos de
personas peculiares, y las reflexiones de médicos, filósofos, políticos y
escritores de la época que tratan de comprenderlos. Para nosotros, lectores del
siglo XXI, este libro es puro estudio geológico de nuestra urdimbre emocional. Los
estratos culturales que subyacen a fenómenos tan habituales como el de los
indignados, o las referencias a un “trauma infantil” como explicación de una
enfermedad somática o mental. Porque la geología estudia como cristalizan los
minerales, y Moscoso estudia como cristalizan las pasiones en la cultura
moderna.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes.
Prego C.
Científicas que conducían ambulancias en la guerra y otras mujeres en la ciencia.
Ed Libros.com. Jaen 2020.
Marie Curie |
Digamos en primer lugar que
el libro está bien escrito, bien editado y resulta entretenido a la par que
formativo. En un mundo “macho” y que de una manera u otra siempre tiende al
pensamiento único, resulta enormemente estimulante presenciar la lucha de
tantas mujeres talentosas, ávidas no solo de aprender, sino también de crear
conocimiento. Ya en el prólogo nos enteramos de la curiosa historia de Fanny
Hesse, una mujer que tuvo el acierto de proponer el agar-agar como medio de
cultivo. Como tantas cosas en la vida el hallazgo fue fruto de coincidencias:
una buena cocinera metida en un laboratorio de microbiología, (que era de su
marido).
Hildegarda de Bigen |
También resulta destacable
la historia de mujeres con capacidades fuera de lo común. Hildegarda de Bigen
nació a principios del siglo XII en una familia acomodada, lo que le permitió
adquirir una cultura sobresaliente para la época. Monja benedictina con amplios
intereses llegó a abadesa y fundó su propio monasterio. Se la conocía como la
sibila del Rinn, pues aprovechaba el cauce del rio para predicar por pueblos y
ciudades. Autora de una docena de libros destaca entre ellos Lengua Ignota, con
900 palabra inventadas a partir de un alfabeto propio… Pero quizás uno de los
relatos mas apasionantes es el que da título al libro: Marie Curie y su hija
Irene, recorriendo las trincheras francesas durante la I Guerra Mundial, con camionetas
en las que trasportaban equipos de radiodiagnóstico, una técnica que empezaba a
diseminarse, y que permitía diagnosticar fracturas y cuerpos extraños en las
heridas. Desafortunadamente se desconocía en aquella época los efectos
perjudiciales de las radiaciones, y la pobre Irene, hija de Marie, falleció a
los 58 años debido a una leucemia. Ambas recibieron el Premio Nobel de Química.
Irene Curie |
En fin, aquí tienen
ustedes un libro entretenido, que pueden cogerlo por el capítulo que mas les
apetezca, y que les entretendrá en la misma medida que les mostrará tiempos
pasados no forzosamente mejores a los actuales.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes.
Artículo
especial
Eso que es feo nombrar
Juan Medrano
Bilbao.
En el mundo de la Psicología, la Psicopatología y la Psiquiatría las
heces ocupan un lugar notable. El control esfinteriano es un hito en el
desarrollo psicológico, como lo es el atractivo infantil por el humor basado en
el caca-pedo-culo; humor, por cierto, que se mantiene a menudo en la edad
adulta y que en el peculiar terruño en el que uno creció y vive se plasmó en “Arlotadas”,
las aventuras de Peru Arloteagabeitia, un aldeano de Leioa, que en sus memorias
Mario Onaindía veía como una triste muestra de humor marrón del que los vascos
no podíamos sentirnos satisfechos.
Frerud y Fliess |
Campaña Mundial Retretes |
Desde ha ya unos años se viene celebrando el Día Mundial del Retrete, una conmemoración auspiciada por la ONU,
cuyo objetivo es concienciar acerca de la importancia que tienen para la salud
los aseos y el saneamiento. Como señala en la web al efecto la ONU, unos 2.500
millones de personas no tienen acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas,
como retretes o letrinas, lo que “conlleva unas consecuencias trágicas para
la salud, la dignidad y la seguridad humanas, así como para el medio ambiente y
el desarrollo social y económico”. Hace unos años se celebró el Día Mundial
del Retrete con el lema “Igualdad y
Dignidad”, con el que se perseguía mostrar la amenaza de violencia sexual a
la que se enfrentan las mujeres y las niñas debido a la falta de intimidad, y
también las desigualdades presentes en el acceso al saneamiento.
Concurso de ideas para retretes |
Tampoco lo es reconocer que el descubrimiento de los riesgos para la
salud de las aguas fecales, así como el desarrollo de la tecnología para el
tratamiento de las mismas, han aportado enormes réditos a la Humanidad.
Londres, la gran metrópoli del siglo XIX, era una ciudad literalmente fétida
por la concurrencia de material fecal humano y animal (especialmente de
caballerías). El año 1858 fue el de la gran peste (aunque en este caso no la
negra, sino la que tiene que ver con apestar). El hedor a estiércol llegó a ser
tan abrumador en el centro de la ciudad que se tendieron en las ventanas de la
Cámara de los Comunes cortinas empapadas en hipoclorito de calcio –desinfectante
universal y atemporal utilizado hoy día contra el COVID-19- y finalmente hubo
de suspenderse la actividad parlamentaria. La comparación con el hedor a
corrupción existente en parlamentos más modernos en los cuales paradójicamente
no parece necesario el hipoclorito de sodio sería demasiado obvia, fácil,
oportunista y demagógica, así que de momento no la haremos.
Londres fue también la ciudad en la que John Snow había atado cabos en
1854 en torno a la fuente de Broad Street, descubriendo el reservorio del Vibrio cholerae y
consiguiendo su clausura, con lo que salvó la vida a miles de personas. De
paso, inauguró la Epidemiología, pero es que nadie es perfecto.
Y Londres,
también Londres, fue la ciudad en la que Joseph
Bazalgette diseñó una red de alcantarillado construida con 318 millones de
ladrillos que sería un ejemplo a seguir por otras grandes ciudades y que
todavía está en funcionamiento.
Cl.difficile |
Fuente de Broad Street |
La tarde previa se aplicará un microenema y a la mañana siguiente
recogerá un puñado de heces en un recipiente al efecto, al que añadirán 500 cc
de solución salina. Las heces se disuelven y filtran (se utiliza un filtro de
café) y se aplican en una unidad endoscópica, debiendo utilizarse en las seis horas
siguientes a su recolección. Según relata Juan Revenga en su blog, esta actividad es remunerada y se podrían
ganar hasta 1000 dólares al mes a través de sucesivas donaciones fecales.
J.Bazzalguette |
¿Qué sentido tiene este somero y escatológico repaso? Tal vez invite a reflexionar
sobre la negación puritana y escrupulosa de la materia fecal en nuestra cultura,
a pesar de su presencia, de sus riesgos y de su recientemente descubierta
utilidad terapéutica. Además, podríamos reparar en que nuestra próspera
sociedad occidental ha olvidado el que muchos urbanitas del pasado murieron por
enfermedades transmitidas por aguas fecales y vive ajena a los dramas que
suponen hoy en día la falta de retretes y alcantarillado en vastas áreas del
planeta. Tan ajena que en el colmo de la injusticia ecológica, medioambiental y
humanitaria utiliza para eliminar el contenido del excusado otro bien tan
escaso en el mundo “en vías de desarrollo” como los retretes: el agua potable.
Fuentes:
Agito MD, Atreja A, Rizk MK. Fecal microbiota transplantation for
recurrent C difficile infection: ready for prime time? Cleve Clin J Med 2013;
80: 101-8 [Abstract]
Food and Drug Administration.
Safety Alert Regarding Use of Fecal Microbiota for Transplantation and
Additional Safety Protections Pertaining to SARS-CoV-2 and COVID-19. Publicado
el 23 de marzo de 2020 [Texto completo]
Mangiola F, Ianiro G, Franceschi F, Fagiuoli S, Gasbarrini G, Gasbarrini
A. Gut microbiota in autism and mood disorders. World J Gastroenterol 2016; 22:
361-8 [Texto completo].
Rohlke F, Stollman N. Fecal microbiota transplantation in relapsing
Clostridium difficile infection. Therap Adv Gastroenterol 2012; 5: 403-20 [Texto completo].
van Nood E, Vrieze A, Nieuwdorp M, Fuentes S,
Zoetendal EG, de Vos WM, et al. Duodenal infusion of donor feces for recurrent
Clostridium difficile. N Engl J Med 2013; 368: 407-15 [Texto completo].
Kang DW, Adams JB, Gregory AC, Borody T, Chittick L, Fasano A, et al. Microbiota
Transfer Therapy alters gut ecosystem and improves gastrointestinal and autism
symptoms: an open-label study. Microbiome 2017; 5(1):10 [Texto completo].
Artículo
comentado.-
The epic battle against coronavirus misinformation
and conspiracy theories
Analysts are tracking false rumours about COVID-19
in hopes of curbing their spread.
Philip Ball & Amy Maxmen
Internet revoluciona hábitos
y costumbres, desde luego, y le debemos una democratización tremenda del conocimiento
humano, pero pero también crea fenómenos
novedosos y no precisamente positivos, como son los fake news o la manipulación
de grandes masas de población. ¿Quién difunde tantas teorías conspirativas, por
qué lo hace, qué gana con ello? Estas preguntas son las que se plantean los
autores de este artículo.
Un estudio en 2018 sugirió que las noticias falsas
generalmente viajan más rápido que las noticias confiables en Twitter. Ello no
se confirma para la actual pandemia.
Para trazar la infodemia actual,
los científicos de datos y los investigadores de comunicaciones ahora están
analizando millones de mensajes en las redes sociales. Un equipo dirigido
por Emilio Ferrara, científico de datos de la Universidad del Sur de California
en Los Ángeles, ha publicado un conjunto de datos de más de 120 millones de
tweets sobre el coronavirus 1 . El
físico teórico Manlio De Domenico en el Instituto Bruno Kessler, un instituto
de investigación para la inteligencia artificial en Trento, Italia, ha creado
lo que él llama un observatorio infodemico COVID-19 .", Utilizando
software automatizado para ver 4,7 millones de tweets en la transmisión
COVID-19 todos los días. Un resultado notable es que detectaron menor
número de noticias o teorías falsas en la medida en que la información
científica se abría paso. ¿Se imaginan ustedes una sociedad en la que la opinión
de los científicos tuviera la misma importancia que cualquier otra fuente? Los días
iniciales de la pandemia nos acercan a una situación de este tipo.
Sencillamente estaríamos inmersos en un caos de teorías y contra-teorías conspirativas
y paranoicas.
Estos investigadores han detectado diferentes
fuentes de información falsa. Las estafas, prometiendo medicamentos preventivos
o curativos. Las ideologías extremistas, singularmente las primacistas raciales
de EE.UU. Los intereses políticos o ideológicos, de tipo milenarista (profecías
de cambios drásticos en la economía del mundo, extinciones planetarias…).
Cabe preguntarse…. ¿cuándo aprenderemos a manejarnos
en este nuevo mundo de las redes sociales? E incluso…. ¿aprenden los nativos
digitales a sortear tanta patraña y tanta manipulación, (a veces disfrazada de escepticismo
y de pensamiento libertario)?
Pablo Oliveras
Murcia.
Vídeo
recomendado.-
Uri
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