BOLETIN IATROS, OCTUBRE 2016.
CIRCULO DE CIBERLECTURA
INDICE.-
Noticias.- Congreso de Comunicación y Salud. Donosti
Octubre 2016
Comentario de libros.- Cabezas M. Dilemas morales: entre la espada y la pared. Tecnos. Anaya.
Madrid 2016.
Botul JB La vida sexual de
Immanuel Kant. Universidad Nacional Autónoma
de México, Mexico DF 2014
Webs de interés.-
“Por unos servicios
de Salud Mental respetuosos con los derechos humanos y libres de coerción”
Decálogo
del consentimiento informado
Sobre reforma de la legislación civil en materia de protección de personas con discapacidad
Guía de atención a las personas en situación de transexualidad
Obra de teatro comentada.- Incendios, Teatro de la Abadía, Madrid.
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Noticias.-
Congreso
de Comunicación y Salud. Donosti Octubre 2016
Aún
tienes tiempo de apuntarte al congreso mas importante que se celebra en el
ámbito latinoamericano sobre comunicación en el ámbito de la salud.
Puedes
ver el programa aquí
*Folia Humanística, la revista de la Fundación
Letamendi.
Puedes acceder a todos los números en abierto, aquí.
*Eidón, la revista de bioética que editan Diego
Gracia y Carlos Pose.
Comentario de libros.-
Cabezas M. Dilemas morales: entre la espada y la pared. Tecnos. Anaya.
Madrid 2016.
¿Ayuda la ética a mejorar la calidad de nuestras decisiones? ¿Es esa una de las
misiones importantes que tiene encomendada?
Mar Cabezas (MC) selecciona 10 situaciones que proceden de la literatura o las
noticias de actualidad:
1-El caso de una chica que sufre violencia de
género en las calles de Nueva York y 38 testigos no actúan para auxiliarla.
2-De la novela “el lector”, el caso de una
antigua colaboradora nazi que prefiere quedar como responsable de un asesinato
para que no se descubra su condición de analfabeta.
3-El caso de una enferma mental que se
auto-lesiona llegando al extremo de que los médicos no pueden salvarle la vida
salvo violentando su libertad.
4-Otro enfermo, en este caso de amnesia para
recuerdos inmediatos, en que manteniendo su carácter y su afectividad la
persona es incapaz de recordar lo que acaba de vivir. ¿Cabe hablar de agente
moral? Por cierto recomiendo la película de culto “Memento” a nuestros
lectores, precisamente sobre un sujeto con amnesia que tatúa sus pensamientos
para seguir el hilo argumental de su vida….
5-¿Es lícito socorrer a un soldado sabiendo
que otros compañeros resultarán muertos en la operación de salvamento?
6-¿Y matar a un compañero gravemente enfermo,
(con la intención de devorarlo), para
que puedan salvarse otros tres náufragos?
7-Una escuela decide que alimentará a sus
alumnos de manera sana, pero los padres reclaman pizzas y bebidas azucaradas
para sus retoños…
8-El esposo pobre y enamorado que decide
atracar a una farmacia para obtener un medicamento imprescindible para curar a
su mujer…
9- Un científico descubre un medicamento
eficaz para una terrible dolencia, pero tiene que esperar años antes de que
dicha sustancia se apruebe, pues se desconocen sus efectos secundarios…
10-¿Es lícito no cumplir con nuestro deber,
movidos por la empatía? Como fue el caso de Huck y el esclavo Jim, en las
aventuras de Huckleberry Finn.
En los diez casos MC identifica los valores
morales en conflicto y provee al lector de conceptos que amplían una primera visión simplista e intuitiva. Es
notoria la influencia de D. Gracia (aunque no se le cite) en su afán de
convertir dilemas en problemas, como también en la metodología deliberativa,
(identificar valores, tratar de respetarlos examinando cursos alternativos,
ponderar consecuencias y deberes).
Examinemos como ejemplo el caso del paciente con amnesia, el número
4. Esta situación en la que una persona pierde la memoria es similar a la de
muchos pacientes afectados por demencia.
¿Continúan siendo agentes morales?
Existen dos posiciones, indica MC, la de
aquellos que ven necesarias una serie de capacidades cognitivas para hablar de
agente moral responsable, y otros que son menos selectivos y preferirían
decidir cada caso según las características concretas del paciente y las
situaciones a las que se enfrenta. Un paciente con graves lesiones neurológicas puede tomar decisiones acerca de
la comida que le gusta, por ejemplo, aunque no otras decisiones relativas a sus
ahorros… Si aceptamos esta posición
gradualista, si admitimos que una persona que mantiene su sentido de identidad
y su aparataje emocional continúa siendo una persona…. ¿hasta qué punto continúa también siendo
agente moral? En palabras de MC: “¿Cómo se puede ser un sujeto moral a medias?,
¿O quizás querría esto decir que la memoria no es lo básico ni definitorio para
la conciencia y la responsabilidad? ¿Sería el estatus moral una suma de
capacidades?” (pág 97)
El que una persona no sea agente moral no
significa que no sea “paciente moral”,
alguien a quien no se le deba respeto y derechos. Y se le debe respeto como poseedor de
dignidad, dignidad no extrínseca, (derivada de actos meritorios), sino por el
mero hecho de ser persona. Ahora
bien, ¿todas las especies animales
poseen el mismo grado de dignidad? ¿y los robots que en un futuro pudieran
tener auto-consciencia? Me viene a la
memoria en este punto la película “Her” , en la que un software auto-consciente
trata de experimentar la alteridad
mediante la suplantación de un ser humano.
D.Parffit |
(*) Véase en “etiquetas” de este blog los
comentarios que dedicamos a Parffit.
Pablo Oliveres
Murcia
Botul JB La vida sexual de
Immanuel Kant. Universidad Nacional Autónoma
de México, Mexico DF 2014
Con el seudónimo de Botul escribe Frèdèric
Pagès –profesor de filosofía en la Sorbona- un opúsculo que tiene algo de
iconoclasta. Imagina Pagès que existe un ciudad en Paraguay llamada Nueva Konigsberg,
fundada por alemanes que emigraron de Konigsberg, ciudad natal de Kant (y que
pasó a llamarse Kaliningrado, un enclave ruso situado entre Polonia y Lituania)
. Ante público tan selecto, admiradores y emuladores de las costumbres
kantianas, Botul se atreve a impartir 8 conferencias en las que dilucida si el
imperativo categórico de aceptar como buena conducta solo aquella que puede
generalizarse para el bien de la sociedad, resulta consistente con la castidad.
El librito no tiene un interés filosófico
académico, pero un estilo desenfadado e incluso descuidado le sirve para lanzar
varias intuiciones o presunciones que merecen un análisis detallado.
Botul da por buena la hipótesis de que Kant no
conoció el amor físico, es mas, quizás lo detestaba. Tampoco parece que tuviera
inclinaciones homosexuales y poco se sabe de si se consolaba por otros medios.
Tampoco admite Botul que se tratara de un personaje neurótico, fóbico social o
anacoreta atrabiliario… En realidad las crónicas de la época lo describen como
amable, locuaz, buen conversador…. Y si hacemos caso a lo que trasluce su
“Antropologia” también era buen observador del género humano, aunque
declaradamente hipocondríaco. Pasaremos por alto el morbo con que Botul
describe detalles de la vida cotidiana de Kant, (por ejemplo su peculiar manera
de dormir), para detenernos siquiera un instante en la tesis de que muchos
filósofos han sido castos. Una tesis que nos atreveríamos a poner en duda, si
atendemos a la promiscuidad de Schopenhauer, o a la sífilis de Nietzsche, y que
el propio Botul parece defender con escasa convicción cuando imagina un encuentro de Kant y Diderot
en Riga, el13 de Septiembre de 1773. Esta noche andaba Diderot camino de Sant Petesburgo cuando se entregó a
la mas pura lascivia tan cerquita como estaba del filósofo de Konigsberg, alumbrando este poema libertino
que Botul tiene a bien regalarnos:
« La moza del Hostal de la
Pezuña » de Diderot
Elle est très jolie et très
jolie
De tout Riga c’est la folie
La servante du Pied fourchu
Pour une obole un jour je levai
son fichu
Pour un double teston... Pour
ce double teston
Eh bien que fites vous?Je lui
pris un teton
Pour un écu"... Pour votre
écu
Après que fites vous? Après je
vis son cul
Pour deux ècus que fites vous?
Je lui prends le con je la fous
Et pour mes trois ècus deux
testons une obole
J´eus un teton, un cul, le con
et la vérole,
Le tout en un instant notez
bien ce point-là
Car son maître fort galant l´homme
Y mit dix fois la somme
Et six mois de soupirs pour
n’avoir que cela.
H Dieckmann, Inventaire
du fonds Vandeul et inédits de Diderot,
Ginebra 1951, citado por
Botul, pag 36-7.
¡Caramba con los filósofos bien pensantes! Pero
seamos serios y regresemos a las tesis de Botul. La primera y digamos la menos
atrevida, es que los filósofos no necesitan reproducirse biológicamente por
cuanto lo hacen intelectualmente. Tesis que sería equivalente a afirmar que las
personas obtenemos placer eterno cuando creemos que nuestras creencias y manías se verán dichas y redichas por los
siglos venideros.
Admitamos siquiera por un instante que los
seres humanos tenemos propensión a alcanzar cierta notoriedad, y que
acostumbramos a confundir esta notoriedad con creernos poseedores de un espacio
trascendente e incluso un lugar en la historia…
Pero, ¿acaso no es esta pretensión pecado de petulancia e ingenuidad?
¿Quién se acuerda de los millares de filósofos que han poblado la Tierra? Unos
pocos sobreviven en las alacenas de nuestras Bibliotecas ante la indiferencia
de una juventud que pasa por su lado hiperconectada al Facebook y al WhatsApp….
La segunda tesis, y esta con mayor carga irónica, es que la adoración que
manifiesta Kant por la “cosa-en-si”, el Noúmeno, tiene algo que ver con su
asexualidad. Llamemos a la “cosa-en-si”
simplemente por lo que es, “mujer”, y aclararemos parte de la filosofía
kantiana, nos dice Botul. Los objetos son misteriosos porque esconden esta
carga erótica que el filósofo propende a negar. Pero en la filosofía actual,
nos advierte Botul, los objetos han dejado de ser objetos, solo existen
relaciones entre cosas: curiosa teoría del conocimiento, nos dice Botul, esa
que afirma que de la “cosa-en-si” no se puede probar nada. “Como si la ciencia tuviera que ver con
“cosas”, objetos permanentes, estables. La ciencia moderna no estudia cosas
aisladas, sino relaciones, flujos, campos, sistemas. Hay en el noúmeno kantiano
un sorprendente fetichismo de la “cosa””. (pág 96).
Y cerremos esta breve reseña con la tesis
fundamental: el filósofo de Konigsberg traicionaba su imperativo categórico
porque generalizar una conducta casta llevaría al exterminio de la especie
humana. Tesis que el propio Botul se encarga de matizar: el filósofo, como
decíamos mas arriba, ya se reproduce, pero lo hace a su manera, mediante las
ideas que lanza para la consideración de sus congéneres.
Desde la perspectiva kantiana del imperativo
categórico… ¿se puede argumentar en contra de la castidad? El imperativo
cristiano (y de otras religiones) de “no hagas a los otros lo que no quisieras
para ti”, resulta menos estricto. Una conducta particular que me afecta a mi –caso
de la castidad- no se ve coartada por el imperativo de la moral religiosa.
Desde la filosofía se han lanzado otras máximas que tampoco parecen tener el
grado coactivo de la kantiana. Podríamos
considerar, por ejemplo, la obre de de Rawls que podría sintetizarse con el
aforismo: “prefiere aquella política pública que cree mas cohesión social”.
Según este aforismo permitir opciones particulares que en absoluto son
generalizables, (como es la castidad), no solo pueden permitirse, sino que incrementan
la cohesión, (permite a personas con intereses particulares adaptarse mejor a
los entornos sociales).
¿Debemos considerar el imperativo kantiano
poco o nada recomendable, al lado de estos otros imperativos? Sería muy ingenuo
derivar de cualquier “debería” una regla moral de deber. Por ejemplo, no
deberíamos nunca mentir, pero si de esta máxima derivamos el imperativo de no
mentir nunca, (eso es, el “deber” de no mentir), seremos tremendamente antipáticos
y descorteses (“¡este vestido te sienta fatal!”). Mentimos por cortesía, a
veces para evitar males mayores, también por compasión…. Recuerden la falacia
naturalista: justificar las costumbre sociales por el mero hecho de que existen
desde hace tiempo…. Algo de eso hay en la falacia del deber moral: derivar
deberes de los “deberían” abstractos y fuera de todo contexto nos conduce
inexorablemente a inconsistencias o meridianas contradicciones.
No parece por consiguiente de buen tino
filosófico deducir que del imperativo categórico se derive impedimento alguno a
la castidad. Cierto que una humanidad casta seria una humanidad condenada a la
extinción, pero conductas individuales que no dañan intereses de terceros no
tienen por qué ser condenadas. Y ahí si podríamos aplicar el imperativo
categórico kantiano, (“no prohíbas conductas individuales que aún desviándose
de las normas sociales, no atentan al bien común ni a la libertad de terceros”).
Porque Kant pensó su imperativo para máximas morales, no conductas particulares.
Por fortuna Botul mantiene este tono irónico
que le excusa de todo rigor. Y quien lea el ensayo sin duda encontrará lugar
para la sonrisa, y buenos argumentos para la reflexión.
Pablo Oliveres
Murcia.
Webs de interés.-
Manifiesto
firmado en unas recientes jornadas de la AEN por los presidentes de la
asociación, de la Confederación Salud Mental
España, de En
Primera Persona, Federación Andaluza de Asociaciones de Usuarios/as
de Salud Mental y de la Federació Catalana
d’Entitats de Salut Mental en 1ª Persona. Se complementará con un
cuaderno técnico de propuestas para que lo que se recoge en el manifiesto sea
posible.
Decálogo del
consentimiento informado
Documento elaborado
por la Comisión Central de Deontología de la OMC con el fin de ofrecer
información práctica a los médicos, recopilando lo establecido por la Ley de
autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y
documentación clínica. Esta iniciativa surge de la constatación de que las
deficiencias en información, la falta de Consentimiento Informado o la no
correcta cumplimentación del formulario correspondiente son, aproximadamente,
la causa del 70% de las reclamaciones sanitarias.
Documento de la
Comisión de “Ética y Legislación” de la Asociación Española de Neuropsiquiatría
(AEN) articulado en tres partes. La primera es la introducción junto con la
revisión de los instrumentos no judiciales de protección. La segunda parte
aborda los instrumentos judiciales de protección y formula una crítica de la
situación actual, así como una propuesta de futuro. La tercera parte incluye el
resumen, junto con las bases para la reforma y una propuesta de texto
articulado
Guía de atención a
las personas en situación de transexualidad
Publicada
por el Gobiernos Vasco bajo la dirección, coordinación y elaboración de los
departamentos de Educación, Política Lingüística y Cultura; de Empleo y
Políticas Sociales y de Salud/Osakidetza y con la participación de Berdindu
(Servicio público de atención a personas lesbianas, gais, trans, bisexuales e
intersexuales, promovido por el Gobierno Vasco) y de ChrysallisEuskalHerria
(Asociación de padres y madres de niños y niñas transexual), esta guía se presenta
como la respuesta a un deber ético y al mandato de la Ley 14/2012, de 28 de junio, de no
discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los
derechos de las personas transexuales. La guía proclama que el
respeto a la dignidad de las personas es un derecho humano fundamental que pasa
por la libre autodeterminación personal que a su vez incluye la identidad
sexual de cada persona, aunque esta no coincida con el sexo asignado al nacer.
Juan Medrano
Bilbao
Obra de Teatro comentada.-
Incendios, de Mouawad, dirigida por Mario Gas;
Teatro de la Abadía, Madrid.-
Si ya triunfara Oriol Broggi en la puesta en escena
de esta obra en Barcelona, repite éxito Mario Gas en Madrid. Incendios es una pieza teatral inspirada en
Edipo Rey y ambientada en los horrores de la guerra, (la guerra del Líbano). Es
una obra larga, de 3 horas, con un magnífico guion en la primera parte y una segunda parte, (o para ser benévolos,
con un final) en que por desmedido incremento de la tensión dramática se pierde
el contacto con la realidad.
Vayamos por partes. La obra se inicia con un
encargo póstumo de una mujer de pasado misterioso. Este encargo lleva a sus dos
hijos a un periplo de aventuras donde irán descubriendo las vivencias de su
madre, y a partir de estas revelaciones ellos mismos, su propia biografía,
quedará hipotecada. El espectador se prepara para recibir malas noticias que en
efecto se van sucediendo, mas lacerantes si cabe porque podemos perfectamente
ubicarlas en noticias pasadas y presentes que nos ocupan en cada telediario.
La obra avanza bien y con mesura pero –como decíamos
mas arriba- se nos pierde en el final. Ocurre con otras obras de Mouawad: en la
parte final cree haber conquistado el corazón del espectador y se permite lanzarlo
al límite de lo verosímil. Como el cantante que arranca aplausos en su nota mas
alta, (aún siendo esta nota innecesaria), el espectador aplaude a rabiar, sí,
pero retiene para sí un sentimiento agridulce: la obra tenía muchas
posibilidades para terminar de otra manera, una manera mas pacífica, si ustedes
quieren, pero también mas profunda… Ah!,
pero el “do de pecho” es remedio infalible para arrancar vítores….
¿Puede enturbiar esta percepción la belleza estética
que nos regala Gas? Para nada. La puesta
en escena, la altura de los intérpretes, los decorados, todo hacen de esta obra
un referente del panorama teatral español.
Empecemos por los actores. No hay sorpresa en una
Núria Espert inspirada, camaleónica en sus diferentes papeles, carismática y
sutil… He aquí todo lo que un ser humano puede hacer para dar presencia a un cuerpo anciano. Todo lo que puede
estudiar en las mas mínimas inflexiones de su voz para acercarla a nuestros
corazones. No no hay sorpresa ante tanta grandeza, pero si admiración y
agradecimiento, por acercarnos un trozo de nuestros propios sentimientos.
Pero la obra se inicia con un monólogo de Ramón
Barea en su papel de notario (Hermine Lebel). Aquí sí que no me esperaba un
Ramón Barea cercano, de tono humilde, locuacidad atemperada y un punto
excesiva, al que se le intuye desde el primer minuto bondad e inteligencia.
Cuando uno ve interpretar con tanta facilidad y naturalidad un rol complejo como
el de este notario, tiende a pensar que “este actor sencillamente hace de sí
mismo”. Sin embargo la transformación de Barea en Abdessamat, el viejo que
cuenta historias, o el médico del hospicio, dejan bien sentado que hay mucho
oficio y mucha penetración psicológica en cada uno de sus gestos.
El resto de la compañía acompaña a estos monstruos
de la escena, y los acompaña con buena nota. Laia Marull vital y contenida,
navegando del llanto a la alegría, y Lucía Barrado como Sawda, ambas con la
frescura de una juventud bien trabajada. Un peldaño por debajo Alberto Iglesias,
que sin embargo tiene un momento estelar como antiguo carcelero. También lo
logra Edu Soto como miliciano asesino.
Incendios puede leerse como una obra de guerra,
contra la guerra, como un canto también al amor filial, pues al final de una
guerra solo hay madres desgarradas por el dolor. Y sin embargo de las guerras
también salen hijos que deben su existencia a las vicisitudes de esta misma
guerra, quizás deban su propia vida a un acto de crueldad… Y sin embargo la
vida se renueva en ellos con todas las fuerzas, con todas las esperanzas. Esto
es justamente Incendios.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes.