BOLETIN IATROS, MAYO 2019.
CIRCULO DE CIBERLECTURA
INDICE.-
Noticias.- Folia Humanística 11
Comentario de libros.- Tiempo de magos. La gran década de la filosofia; This idea is Brilliant
Webs de interés.-
Una completa revisión sobre la discapacidad y la contención física.
Artículo comentado.-
Diversos
artículos y documentos relativos a las decisiones al final de la vida y la adecuación
de medidas terapéuticas.
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Noticias.-
En el
último número de Folia Humanística (nº 11) encontrarás un resumen de las IV
Jornadas Moisés Broggi sobre enseñanza del Pensamiento
Crítico en la Enseñanza Primaria
y los Grados de
ciencias de la Salud. Además de una reflexión sobre el
papel de las Humanidades en la educación médica y nuestra habitual sección de
narrativa. Todo ello en:
Comentario
de libros.-
Eilenberger W. Tiempo de magos. La gran década de la
filosofía 1919-1929. Taurus, 2019.
El libro que nos ocupa quedaría clasificado dentro
del estilo ensayístico al consistir en un minucioso estudio sobre la obra y
vida de cuatro insignes personalidades dentro del campo de la filosofía: Ludwig
Wittgenstein, Walter Benjamin, Martin Heidegger y Ernst Cassirer, pero solo
durante una década de sus vidas. El libro va entrelazando vida y obra de estos
filósofos desde 1919 a 1929, década
incluida en el llamado periodo de
entreguerras o en Alemania, la República de Weimar.
El autor, por tanto, no pretende un exhaustivo
análisis biográfico, ni el estudio de toda la obra de los personajes nombrados,
sino desmenuzar sus avatares personales y sus escritos filosóficos en esos
años que tiene como telón de fondo una Europa convulsa y
cambiante.
La obra comienza en 1929 con la misteriosa frase
“Ha llegado Dios”, tal y como escribe
John Maynard Keynes en una carta con fecha de 18 de enero de 1929: “Ha llegado
Dios, me lo he encontrado en el tren a las cinco y cuarto”. Quien había llegado
a Cambridge era Wittgenstein, y había llegado con la ayuda de sus amigos británicos
del llamado “Círculo de los Apóstoles”
para realizar (en palabras del autor) el que seguramente fuera el examen oral
de doctorado más peculiar de la historia de la filosofía. El estudiante que se
presentó ante el tribunal examinador, compuesto por Bertrand Russell y George
Edward Moore, era un ex-militar austriaco de cuarenta años que durante los diez anteriores había
trabajado principalmente como maestro de escuela. Se llamaba Ludwig
Wittegenstein. El trabajo de tesis doctoral versaba sobre su propio libro escrito en 1918, el
Tractatus logico-philosophicus. Al terminar la defensa les dijo a sus
examinadores “No se preocupen, sé que jamás lo entenderán”.
Eilenberger |
En ese mismo año de 1929 se realiza en Davos una
cumbre filosófica sobre: “¿Dónde encontrar la esencia del filosofar? O, simplemente: ¿qué es el hombre? Entre sus
asistentes se encontraban dos de los filósofos
más preeminentes del momento en Alemania: Ernst Cassirer y Martín Heidegger. A
juzgar por lo que nos relata el autor, de forma muy periodística, el encuentro
estuvo a la altura de lo esperado, aunque los asistentes quizá hubieran deseado
un choque más brusco entre ambos filósofos.
“Cassirer dice a los hombres: desprendeos de la
angustia como seres culturales que sois, liberaos mediante el intercambio de
signos, compartiéndolos, de su constricción y limitación originales”.
“Heidegger dice a los hombres: desprendeos de la
cultura como estado perezoso de vuestro ser y abismaos, como seres arrojados
que sois, en el origen verdaderamente liberador de vuestra existencia: la nada
y la angustia”.
Ambos filósofos, en la última década, habían
trabajado en temas relativos a preguntas filosóficas que superasen una filosofía
entendida como teoría del conocimiento y que buscase respuestas a las preguntas
clásicas de la filosofía: ¿qué es el hombre? ¿Cómo debo vivir? ¿Qué es el ser?
¿Sobre la finitud e infinitud? ¿El problema de la libertad? Etc. En definitiva
un programa de estudio más centrado en preguntas metafísicas, o en palabras de
Heidegger sobre ontología fundamental, que según ellos no tenían las respuestas adecuadas dentro del
pensamiento existente.
Comentaré solo algunos ejemplos (de un extenso
número de ellos) perfectamente explicados en el libro sobre dichas cuestiones.
Sobre la finitud e infinitud del hombre, dice Cassirer: Sobre la infinitud nos dice que el hombre no tiene
otro sentido que el que le marca el medio de la forma. La función de la forma
consiste en que el hombre, al transformar su existencia en forma, es decir, al
tener que traducir sus vivencias en alguna figura objetiva, se objetiva de tal
manera en ella que, sin liberarse radicalmente de la finitud del punto de
partida (pues este continúa sujeto a su propia finitud), le es posible emerger
de la finitud y conducirse hacia algo nuevo. Y esto nuevo es la infinitud inmanente.
Ese era el núcleo metafísico de la filosofía de las formas simbólicas (la gran
obra de este filósofo, la Filosofía de
las formas simbólicas). Las representaciones de las propias vivencias en
formas simbólicas crean un reino propio con existencia propia que trasciende a
los límites de cualquier finitud, y de ese modo la finitud misma. Por ejemplo,
el reino de la lógica, la matemática…Sistemas de formas simbólicas creadas por
el hombre como ser cultural, pero que en sus leyes y su validez reconocidas no
se limitan a él.
Heidegger había respondido a la pregunta sobre la
finitud e infinitud en su obra más importante El ser y el tiempo y su respuesta no podía ser más radical. Para
este autor la pregunta se vinculaba directamente con el ser del Dasein, es decir, ¿cuál es la estructura
interior del Dasein mismo? ¿Es finita
o infinita? Para Heidegger la estructura interior del Dasein es radicalmente finita y está determinada desde dentro, en
sus posibilidades, por la temporalidad.
Wittgenstein |
“Destacar con vistas a las posibilidades de
comprensión del ser, la temporalidad del Dasein.
A eso se orientan todos los problemas. El análisis de la muerte tiene la
función de destacar en una dirección la radical temporalidad del Dasein, el análisis de la angustia tiene
como única función plantear esta pregunta. ¿Sobre la base de qué sentido
metafísico el propio Dasein es
posible que el hombre pueda verse a algo así como la nada? Solo cuando yo
comprendo la nada o siento angustia, tengo la posibilidad de comprender el ser…
y solo en la unidad de la comprensión del ser y la nada brota la pregunta del
porqué. ¿Por qué puede el hombre preguntar por el porqué y por qué tiene que
preguntarlo?... De eso trata la metafísica. La experiencia del ser está ligada
a la experiencia de la nada.
Pero si hay alguien que experimenta un giro
importante en la propia filosofía del momento es Wittgenstein a través de su
incomprendido Tractatus. Este autor
se da cuenta que es el milagro del lenguaje el que permite salir del
aislamiento mental y tender puentes hacia el tú encontrando de este modo la salida a la libertad de ser
entendido. Según el autor del libro toda
la obra filosófica de Wittgenstein,
incluida su obra posterior al Tratado,
abunda en metáforas y alegorías de liberación, de indicaciones de salida y
evasión. Así su célebre conclusión posterior: “¿Cual es la meta de tu filosofía?”.
“Enseñar a la mosca a salir de la botella”
“La actividad de filosofar, y esa fue la esperanza
de Wittgenstein durante toda su vida, abre la ventana a la libertad de una
existencia activa, directamente bañada de sentido, con los demás seres humanos,
esto es a lo que en el Tractatus
llama felicidad…. Wittgenstein
encuentra el camino hacia un mundo distinto precisamente en el medio que sin la
actividad esclarecedora de la filosofía, constantemente amenaza con obstruir,
oscurecer, desfigurar y hasta bloquear
ese camino: el medio del lenguaje mismo.
En pocas palabras vemos como en esta década se trata de construir una nueva ontología
sobre el ser, se encamina toda una corriente existencialista del pensamiento y
se cimienta una importante filosofía del lenguaje. Según el autor del libro “un filósofo que en
el año 1919 no tuviera nada que decir sobre el papel del lenguaje en el
conocimiento y en las formas de vida humanas no tenía absolutamente nada que
decir. De hecho, tanto Wittgenstein como Heidegger, Benjamin (del que a continuación
hablaremos) y Cassirer habrían confirmado sin reservas en aquel estadío (y en cualquier otro) de su pensamiento la
siguiente afirmación: la forma de vida humana es una forma de lenguaje. El
lenguaje no es, en este sentido, una forma simbólica entre otras, sino la más
importante y elemental. Es el auténtico cimiento de nuestra idea del yo y del
mundo. Y algo nada desdeñable, es la forma en la que se reconoce y se
desarrolla el filosofar como actividad discursiva ilimitada.
Fue otro el camino por el que Benjamin encuentra en
su azarosa vida, prácticamente, las mismas respuestas al momento filosófico que
le tocó vivir, no así en su vida personal o en su manera política de pensar.
Toda su vida transcurre de ciudad en
ciudad en la precariedad económica y sin ser reconocida su obra por las
autoridades académicas del momento. Su vida es digna de la Belle epoque o de la bohemia de aquellos años. Transitó siempre entre
Berlín y París, pero también con estancias en Capri o Moscú.
Según el autor del libro “con solo treinta y siete años, Benjamin ya
había acumulado docenas de fracasos, ya que desde hacía un decenio, el
filósofo, publicista y crítico independiente había sido solo una cosa: una
fuente inagotable de grandes proyectos fracasados”.
Sin embargo, con el tiempo será reconocida su obra.
Leamos algunos de los pasajes de su pensamiento: Su visión del mundo es
profundamente simbólica: cada persona, cada obra de arte, cada objeto, por
cotidiano que sea, es para él un signo por descifrar. Y cada uno de estos
signos está en conexión totalmente dinámica con todos los demás signos, por lo
que, en su opinión una interpretación orientada a la verdad de cualquiera de
estos signos termina por mostrar y representar mentalmente su inserción en el
gran todo, en constante cambio, de los símbolos: la filosofía.
Frente a Cassirer que aspira sobre la base de un
concepto del símbolo científicamente
concebido, a la unidad de un sistema polifónico, en Benjamin domina la voluntad
de atender a las constelaciones abundantes en contrastes, permanentemente
dinámicas del conocimiento. Y frente a la afirmación heideggerina de la
angustia que provoca la muerte, Benjamin establece la idea de las verdaderas
sensaciones, como forma de vida en cada momento.
Benjamin, según el autor del libro, vivió durante
los años veinte en continua oscilación física y mental a lo largo del eje
París-Berlín-Moscú, siempre próximo a un completo derrumbe, próximo a la
depresión…. Para él lo verdadero que habría de descubrir (incluso dentro de sí
mismo) estaba siempre en los excitantes márgenes de la existencia y el
pensamiento.
Juan Carlos Hernández Clemente
Madrid, 2019
Brockman J
(Ed) This idea is Brilliant Harper
Perennial New York 2018
La revista Edge inició en 2017 una serie de
artículos bajo el lema de “¿qué concepto científico merecería ser conocido por
muchas mas personas?”. A tal efecto solicitó a 205 autores de prestigio, entre
los cuales se encontraban Premios Nobel, a que hicieran una contribución de
aproximadamente unas 2000 palabras desarrollando un concepto científico en
áreas tan dispares como son la cosmología, la física de partículas, la química,
la genética, la psicología social, la sociología, la filosofía, la
estadística….
El libro que hoy comentamos recoge estas
colaboraciones y su lectura resulta entretenida y formativa. Echemos un vistazo
al índice: exaptación, segunda ley de la Termodinámica, preferencia adaptativa,
el clima como sistema, antagonismo pleiotrópico, epigenética, falibilismo,
preocupación empática, radiación gravitacional, la acidificación de los
océanos…. Y así hasta 205 conceptos. Cualquiera de estos conceptos se
desarrolla de manera entretenida en apenas 3-4 páginas…. Ideal para una lectura
en el autobús o antes de dormir.
Tomemos como ejemplo el “sesgo de negatividad”. ¿Por
qué razón nos fijamos mas en las cosas negativas que en las positivas? He aquí
algunos datos:
-Los estímulos negativos se retienen mas que los
positivos. Expuestos a una mala olor de un alimento, o de una planta, el
estímulo queda fijado en la memoria con mayor fuerza que una buena olor.
-La presencia de dolor la notamos con intensidad, e
incluso nos deteriora el carácter cuando se hace crónico. En cambio la ausencia
de dolor no nos hace mas optimistas, ni siquiera lo tenemos en cuenta.
-Cuando miramos a una multitud detectamos de
inmediato un rostro airado que uno feliz.
-Buscamos causas para los eventos negativos, pero no
solemos hacerlo para los positivos.
-Las palabras que describen calidades perceptivas
negativas superan en mucho las palabras que designan percepciones positivas.
-También describimos mejor las situaciones negativas
que las positivas, y en general merecen mayor atención.
-Hay mas maneras de fallar que de acertar. Mas
maneras de estropear que de arreglar algo.
-Simpatizamos con mayor rapidez e intensidad a las
penurias que a las alegrías. O dicho en castellano castizo: somo mas piadosos
que congratulatorios.
-La malo contamina lo bueno en mayor medida que lo
bueno purifica lo malo. Póngase una gotita de tinta en un botellín de agua
mineral y… ya la puede tirar.
-A nivel fantasioso también la maldad predomina:
argumentos televisivos, obras de teatro….
Y además esta maldad resulta pegadiza y correosa…. Los endemoniados lo eran “al momento”, pero
exorcisarlos resultaba muy penoso….
Pablo Oliveres
Murcia
Webs
de interés.-
En los últimos meses se han producido algunas
iniciativas que ponen en cuestión el uso de medidas que restrinjan la libertad
de movimientos en centros sanitarios, en particular, la contención mecánica. El
espíritu que subyace a todas ellas es la necesidad de cumplir con lo dispuesto
en la Convención sobre
los derechos de las personas con discapacidad,
ratificada por España en 2007, y a la cual deben adecuarse todas las leyes de
nuestro país. La Convención no hace mención expresa al uso de la contención,
pero sí se refiere (Art. 15) a que “ninguna persona será sometida a tortura u
otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. En particular, nadie
será sometido a experimentos médicos o científicos sin su libre consentimiento”
y a que “los Estados Partes tomarán todas las medidas de carácter legislativo,
administrativo, judicial o de otra índole que sean efectivas para evitar que
las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, sean
sometidas a torturas u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”.
Aunque es de suponer que utilizada en el marco asistencial la contención
mecánica es (o debe ser) una técnica y que lo que la hace cruel, inhumana o
degradante, es su aplicación inadecuada, la reciente Proposición de Ley
de derechos en el ámbito de la salud mental,
presentada por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú
Podem-En Marea, y que hace mención expresa y continuada de la Convención, se
refiere a esta práctica (Art. 25) para plantear que se deberá “posibilitar la
prohibición total de la contención mecánica, mediante nuevas políticas y
prácticas que deben ir encaminadas a formar a los equipos profesionales para
evitar la contención mecánica y cualquier otra práctica coercitiva”. Asimismo,
plantea que “cada centro sociosanitario creará un registro en el que deberán
constar las contenciones mecánicas realizadas, la identidad de la persona a la
que se aplica, la duración de la misma y los motivos”.
Desde hace años, en el ámbito de la atención geriátrica
existe una corriente, cada vez más generalizada, que propugna la necesidad de
eliminar las contenciones / sujeciones. Desde 2003, el Programa Desatar al
Enfermo de Alzheimer, impulsado por la Confederación
Española de Organizaciones de Mayores- CEOMA viene sensibilizando a
profesionales y a la sociedad sobre esta materia, al tiempo que acredita
centros libres de sujeciones, al igual que la Fundación Cuidados Dignos a
través de su Norma Libera Care
o la Fundación María
Wolff, que no solo ha dedicado su atención a las sujeciones físicas
o mecánicas, sino también a las sujeciones químicas
o farmacológicas, con el desarrollo de unos criterios
al respecto. A nivel legislativo, en 2011, la Comunidad Foral de Navarra abrió
camino, refiriéndose no solo a la atención geriátrica, sino también a la de
personas con discapacidad, mediante su Decreto Foral
221/2011, de 28 de septiembre, por el que se regula el uso de sujeciones
físicas y farmacológicas en el ámbito de los servicios sociales residenciales,
complementado tres años después con la Orden Foral
186/2014, de 2 de abril por la que se aprueba el protocolo para el uso de
sujeciones en los centros residenciales de tercera edad y discapacidad.
El paso a la atención sanitaria viene determinado
por iniciativas como el Documento de
Consenso sobre Sujeciones Mecánicas y Farmacológicas,
elaborado en 2014 por el Comité Interdisciplinar de Sujeciones de la Sociedad
Española de Geriatría y Gerontología o las Consideraciones
éticas y jurídicas sobre el uso de contenciones mecánicas y farmacológicas en
los ámbitos social y sanitario, que publicó en 2016 en
Comité de Bioética de España. En el campo específico de la Salud Mental, de
nuevo es pionera la Comunidad Foral de Navarra, cuyo III Plan de Salud
Mental Navarra 2019-2023 establece como medida “para
mejorar la eficiencia de la Red de Salud Mental” “la Tendencia a la contención
mecánica 0”.
Así pues, la contención mecánica –que no es
exclusiva del ámbito residencial o de los servicios de Psiquiatría y que tal
vez se aplique con más frecuencia y menor supervisión en servicios médicos o
quirúrgicos- está muy cuestionada, aunque, como señalan los responsable de
la atención psiquiátrica precisamente de Navarra, la
contención no es una medida de "coerción" sino "sanitaria",
por lo que es prejuicioso suponer que pueda haber contenciones de “castigo”.
Pese a ello, el caso,
recientemente dado a conocer, de una joven que falleció de una meningitis
erróneamente identificada como una esquizofrenia tras permanecer “75 horas
atada” una unidad psiquiátrica de Psiquiatría, lo que ha dado paso a una
investigación penal, va a contribuir al cuestionamiento de la contención, a
pesar de que en este caso podrá achacarse el trágico desenlace a un error de
diagnóstico y, consecuentemente, a la falta de adopción de medidas terapéuticas
adecuadas. El uso de la contención conlleva sin duda unas connotaciones
especialmente trágicas y dolorosas, pero no es lo central en el caso.
Con todo, es necesario establecer cuál es el sentido
de la contención, fijar sus indicaciones, estudiar sus alternativas para que no
se use innecesariamente y, en todo caso, denunciar vigorosamente los abusos, ya
sean por castigo, por negligencia en los cuidados, por insuficiencia de
recursos o por una tradición perversa de aplicación irreflexiva. En este
contexto, traemos a colación algunas informaciones y webs que demuestran los
riesgos de la contención ya sea pasada o presente. En History Daily
encontramos una colección de 31 imágenes de procedimientos, prácticas y hábitos
psiquiátricos pasados en los que son abundantes los procedimientos coercitivos
o de sujeción, como la imagen de la silla de contención para pacientes
histéricos, el dispositivo de restricción genital acorde a la teoría de que
muchos problemas psiquiátricos tenían su origen en la masturbación o la impactante
imagen del niño contenido en una precaria jaula de madera que, según la web,
fue tomada en un psiquiátrico español en 1961.
También cabe reseñar la campaña Break the chains para acabar que se apliquen esposas y
grilletes a los enfermos mentales en Indonesia. A pesar de que en 1977 se
prohibió su uso, se calcula que esta práctica (denominada pasung) se aplica en el siglo XXI a 18.000 personas con trastornos
mentales a las que además se mantiene en condiciones infrahumanas en corrales,
atados a catres o a bloques de cemento. La campaña incluye un impactante vídeo
y un informe.
Las tradiciones y la falta de recursos motivan aquí prácticas a todas luces
degradantes.
Por último, en el marco de la grave crisis
humanitaria que azota Venezuela, el New
York Times publicó hace escasos años dos reportajes, centrados en los hospitales
psiquiátricos y en las consecuencias de la falta de
medicamentos psiquiátricos, que ilustran el uso de la
contención por falta de recursos.
Independientemente de su origen, de que se aplique a
personas de edad avanzada, con discapacidad o con enfermedades mentales, la
contención mecánica es un procedimiento cuya aplicación no puede ser
automática, o sin una mínima supervisión. Los errores del pasado o las
carencias de otras zonas del planeta no pueden servir de pantalla para
descuidar aspectos esenciales que, efectivamente, pueden hacer que más que una
técnica sanitaria se convierta en una actuación degradante o en una forma fácil
de descargar de trabajo o responsabilidades a los profesionales. Las esposas o
las cadenas, las jaulas o celdas que nos espantan en otras latitudes no deben
eclipsar la irresponsabilidad que supone el uso de la sujeción sin una
reflexión de qué se está haciendo o qué puede estar sintiendo la persona objeto
de la medida.
Juan Medrano
Bilbao
Artículo
comentado.-
Las decisiones al final de la vida suponen un
notable estrés para pacientes, familias y profesionales de la salud. En los últimos
años diferentes sociedades científicas e instituciones han elaborado
interesantes documentos. Destacaremos los siguientes:
1-
Area de Salud de León, 2017
2- En
Pediatría: Grupo de
Trabajo de Ética Sociedad Española
Cuidados Intensivos Pediátricos (2017)
3.-EASP LIMITACIÓN del esfuerzo terapéutico en cuidados
intensivos [Recurso electrónico] : recomendaciones para la elaboración de
protocolos / autoría, Simón Lorda - Pablo, Esteban López - María Sagrario y
Cruz Piqueras - Maite (coordinadores). -- [Sevilla] : Consejería de Igualdad,
Salud y Políticas Sociales, 2014
4-Hospital
Princesa Sofía
ADECUACIÓN DE MEDIDAS
TERAPÉUTICAS (AMT)
GUÍA DE ÉTICA CLÍNICA
CEAS ‐ HULP
Este amplio documento tiene el siguiente índice:
1. Introducción y justificación del documento:
Medicina y Bioética: la
búsqueda de complementariedad.
Responsabilidad del CEAS.
2. Conceptos de ética aplicada, en aras del acuerdo: qué
es y qué no es la AMT.
3. Fundamentación ético‐clínica de la AMT:
De los principios éticos a
los criterios prácticos y los consejos prudenciales.
4. Se deben tomar decisiones de AMT, pero siempre con un
método adecuado:
Información ‐ Comunicación ‐ Deliberación ‐ Decisión ‐ Registro ‐ Evaluación
5. Recomendaciones específicas en ciertas situaciones
clínicas y contextos:
• En la UCI.
• En Neurología.
6. Marco jurídico vigente.
7. Corolario final: una mirada compasiva, en conciencia:
Retazos sobre la dignidad
humana, la muerte digna, los cuidados paliativos.
Recomendamos por su claridad el tríptico resumen:
Tríptico resumen:
así como los Anexos:
• I) Problemas etico‐clínicos que se deben chequear siempre.
• II) Algoritmos de decisión, para consulta rápida
y decisión sensata.
• III) Glosario avanzado de Bioética fundamental y
clínica.
• IV) Miembros del CEAS
(autoría) y otros colaboradores.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes
Vídeo
recomendado.-
Si, quiero de
Angel Ruiz Téllez.
Ángel Ruiz Téllez es médico de familia y
posiblemente uno de los expertos mas originales y prolíficos en el ámbito de la
Atención Primaria de Salud. Desde su responsabilidad de director de Atención
primaria de Osakidetza impulsó la renovación tecnológica de los centros de
Salud. Posteriormente fundó una empresa que ha liderado el análisis por
episodios, un enfoque que exppne de manera clara y pedagógica en el video que
recomendamos.