BOLETIN IATROS MAYO 2015
CIRCULO DE
CIBERLECTURA
INDICE.-
Noticias.- I Jornadas Moisés Broggi.
Comentario de libros.- Rogeli Armengol.- El mal y la conciencia moral:
la fuerza de las ideologías, el respeto, el amor, el odio .
"Muerte aparente en el pensar.
Sobre la filosofía y la ciencia como ejercicio", Peter Sloterdijk
Webs de interés.- Boletin de Bioética
de la Universidad Complutense.
Artículo comentado.- Seguridad Clínica.- Seminario en la Escuela Andaluza de
Salud Publica.-
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Noticias.-
I Jornadas Moisés Broggi
de Atención Centrada en las Persones: Trastornos del Aprendizaje y Fracaso
Escolar. 27 Mayo, 3 de Junio, de 17 a 20:30 h.-
UPF- Universitat Pompeu
Fabra C/ Balmes 132, Barcelona
Organiza: fundación
Letamendi-Forns.
Conferencia Inaugural: G. Luri,
“La tarea del maestro en la Sociedad terapèutica”. Mesa Redonda, Talleres
simultáneos.
Inscripción gratuïta. Se darà
certificado a los asistentes.
Para inscribirse, aquí.
SIMPOSIO INTERNACIONAL DE MEDICINA NARRATIVA
FACULTAD DE MEDICINA, UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
Madrid, 29 y 30 de junio de 2015
XX Jornadas Humanización de la Salud, Mayo, Hospital de Torrejón, Madrid.
FACULTAD DE MEDICINA, UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
Madrid, 29 y 30 de junio de 2015
XX Jornadas Humanización de la Salud, Mayo, Hospital de Torrejón, Madrid.
XII Congreso Bioética, Octubre 2015, Sta Cruz cde
Tenerife
Comentario de libros.-
Rogeli
Armengol.- El
mal y la conciencia moral: la fuerza de las ideologías, el respeto, el amor, el
odio . Editorial
Comte d'Aure Barna 2014.
Presentamos hoy un libro muy recomendable y poco común: El mal y la conciencia moral de Rogeli
Armengol. El autor nos propone continuar el viaje a través de la historia del
pensamiento occidental que ya iniciara años atrás con La felicidad y el dolor y que seguro que muchos lectores recordarán
con agrado. Entonces, su “mirada ética” nos mostraba la conveniencia de no
alimentar expectativas excesivas para conseguir una vida personal gratificante,
para apreciar la felicidad que representa el simple bienestar. Esta vez, nos
invita a una reflexión sobre cómo construir una vida en común que sea
moralmente aceptable y la posibilidad de hacerlo basándonos en el respeto mutuo
y manteniéndonos en guardia frente a algunas ideas incorrectas.
Rogeli Armengol |
Todos conocemos el concepto de primum
non noscere; pero lo importante es la prioridad que le da, dónde lo aplica
y el método sistemático con qué lo hace. Por ejemplo, en varios pasajes del
libro se critica la filosofía moral que hace descansar la valoración ética en
la intencionalidad y que, como en el caso de Aristóteles, de algún evangelista
o de Kant (y de todos aquellos que siguen ideas similares), se legitima el daño
causado si se produce con buena intención, es decir, si es fruto colateral de
una buena causa. Armengol advierte que “Lo que ocasiona mayor mal a la
humanidad, más sufrimiento y mala vida, es la falta de miramiento, y por
desgracia esta situación en muchos casos va unida a las personas que dicen
tener buenas intenciones” [p.273]. Se refiere con ello a personas que priman la
bondad de su intención y anteponen el bien que ellos creen que deben hacer, a
menudo siguiendo un ideal, e infravaloran el hecho de que “lo que se haga o se
deje de hacer vaya a significar un mal, un dolor” para alguien [p.273]. Y
reclama que hay que girar 180 grados para dirigirse en la dirección correcta:
“Si invertimos los principios y decimos: el bien que persigues y tu buena
voluntad son algo muy apreciable, pero, antes que en esto, piensa en el mal o
el dolor que ocasiona tu acción, la situación moral cambia por completo. Que la
guía de la acción o de la omisión sea el mal que se pueda ocasionar, nos obliga
de manera directa a entrar en el mundo de la igualdad y de la dignidad para
todos, lo cual no sucede necesariamente con la ética del bien” [p.274].
Entendemos que es un silogismo impecable y fundamental: querer evitar el mal
nos iguala, porque todos compartimos esta concepción de la dignidad, incluso
con la necesidad de ayudarnos mutuamente. En cambio, la conquista del bien nos
diferencia demasiado los unos de los otros para que nadie pueda pretender que
la idea que tenga del bien vaya a ser compartida, porque nos parezca superior a
la de los demás; y menos aún que pueda (o ¡deba!) imponerse.
Nuestro autor, como médico clínico que es, y quizás también por su
experiencia en la reflexión bioética que cultiva desde hace tanto tiempo, sacraliza
el principio de respeto a cada persona, y defiende que constituye un límite
nítido para cualquier actuación sobre otro. Nunca puede imponerse si éste no la
acepta, por muy “benevolente” que pudiera parecernos; a lo sumo puede
proponerse pidiendo el consentimiento de quien vaya a recibirla o padecerla. Un
“bien” impuesto ya resulta ser un daño, a parte de los concretos males que
pueda acarrear. No tener esto lo suficientemente claro constituye un peligro
público.
En un momento, Armengol se pregunta atinadamente si no habrá algún sustrato
moral básico y general para todo humano “que acepte hasta cierto punto la
propuesta de Hume, que coincide con la de Darwin, cuando hablaba de la aversión
del ser humano a dañar a sus congéneres” [p.108]. Pero admite que, aunque
quizás sea así, este sustrato con suma frecuencia es burlado por la presión de
alguna idea que la persona ha hecho suya, ya sea nacida del entorno, de la
cultura en la que cada cual está sumergido, o ya sea de cosecha propia.
Es éste otro pilar sólido de su tesis: que a pesar del peso de los dictados
previos del sentimiento moral, que cada persona puede tener más o menos
desarrollado con gran variabilidad, el peso de la ideología es determinante;
que el carácter de las ideas que impregnan nuestra mente acaba resultando
decisivo. “Las ideas y las doctrinas –dice- encienden unos sentimientos y
apagan otros. Según qué ideas hay en la cabeza, la piedad o la compasión al
igual que otros sentimientos morales se despiertan; y con según que ideas, se
apagan o adormecen../.. Así pues, con gran frecuencia, la razón no es la
esclava de los sentimientos: los sentimientos son los esclavos de la razón y de
sus productos”. [p.240] La conciencia se pliega fácilmente al férreo mandato
ideológico.
Con esta visión clarividente, y gracias a su bien manejado bisturí, va
desmontando viejos mitos asumidos, desenmascara contradicciones escondidas y
nos demuestra algunos errores importantes. Y sean de quien sean: a la manera de
Sócrates, ningún posicionamiento queda a
priori a salvo de su escrutinio. Por ejemplo, no suspende del todo su
enjuiciamiento por la mera consideración de los condicionantes de la época de
la que se trata, aunque deban tenerse en cuenta, claro está. Sobre su mesa de
disección vemos pasar muestras diversas para que juzguemos hasta qué punto
pueden haber sido dañinas o, por el contrario, haber contribuido al progreso
humano.
Porque también el concepto de progreso queda íntimamente ligado a su visión
moral, como no podía ser de otra manera. El autor piensa que es probablemente
ilusorio creer que la humanidad pueda ir mejorando su sensibilidad moral sin
más, que siempre convivirán conciencias más estrictas con otras más laxas y que
siempre habrá diversas formas personales de priorizar valores y contravalores
para la acción. Pero piensa también que podemos y debemos esperar que las ideas
benignas sean en el futuro las que prevalezcan, y, con ello, que la ley
defienda cada vez mejor el derecho a la libertad y a un trato igualitario, que
dicte más deberes para el respeto debido y que favorezca las muestras de
fraternidad entre los humanos. Es un trabajo que nos incumbe a todos y del que
no podemos dimitir alegando falsas esperanzas de evolución natural. “La moral
se funda en el respeto, en el control del egoísmo” y, por tanto, deberá ser “la
razón, con sus propuestas morales, ideológicas y políticas” la que nos permita
progresar poco a poco [p.117].
No se trata ahora aquí de resumir lo mucho que el libro nos aporta. Como
decíamos, uno de sus atractivos es ver desfilar en él tantos ejemplos
históricos o literarios alrededor del concepto de moralidad como forma de
evitar el mal, con su discutida definición, su supuesta “banalización”, su
relación con el sentimiento y la conciencia, con la razón y la sinrazón, con
ideologías y creencias, con derechos y deberes, con las virtudes y un muy
completo etcétera. Es un trabajo meticuloso y ameno a la vez que nos incita a
pensar, pero que nos evoca al mismo tiempo una placentera sensación de estar
deliberando con el mismo autor; es decir, de estar profundizando con él sobre
estos temas amigablemente, no escuchando su discurso ni recibiendo una lección.
A todo el que le interese la reflexión ética, sea asiduo de la filosofía o
no, se lo recomendamos asegurándole que vivirá su lectura como una
enriquecedora y agradable experiencia.
Marc Antoni Broggi.
Barcelona
Conferencia pronunciada en 2009, indaga
sobre el paradigma de sabio abstraído, o mejor, de cómo se abrió paso el mito
de la filosofía (y observación) pura, de la sabiduría atemporal revelada desde
el mundo de las ideas platónicas. A ese sabio ausente, distante de la realidad, le llama homo theoricus, y
nos advierte: “¿Proviene realmente el homo theoricus de una cuna tan alta como él
mismo asegura desde sus primeros días? ¿O es más bien un bastardo que quiere
impresionar con falsos títulos?” (p.57).
Las 130 páginas del libro describen
de manera un tanto ampulosa –aunque interesante- tres momentos del sabio
abstraído: su nacimiento, el desarrollo del modelo, y su muerte a manos de diez
puñales. Vayamos por partes.
Peter Soletrdijk |
Estos cuatro factores hacen surgir
lo que Sloterdijk llama “un ser humano capaz de epojé”. ¿Qué podemos entender
por epojé? En sentido clásico sería suspender el juicio acerca de algo, pero en
sentido Husserliano hablaríamos de poner entre paréntesis un fenómeno de la
realidad – desconectarse de la actitud que llama “natural”- para
reinterpretarlo ex novoen nuestra
consciencia. Sloterdijk lo define así: “reserva radical de asentimiento a lo
dado” (pág 113). Lo que lleva a contactar con la realidad mediante una
consciencia “desinteresada” (nuevamente en el sentido budista de desasimiento,
aspecto que no trata Sloterdijk, pero que me parece curioso constatar).
Magníficas son las páginas en las
que Sloterdijk analiza varios intentos de vivir bajo el imperio de la epojé:
Cicerón, Bruno, Fichte, y especialmente
Valéry y su Monsieur Teste (no se pierdan de la página 101 a la 117). En estas
páginas Sloterdijkescruta en formas extremas de vivencia humana, algo que desde
mi faceta de médico siempre me ha interesado.
Transcribo un párrafo como muestra: “Mas inquietante es el hecho de que
en Teste no existe ningún lazo de unión consigo mismo ni con su historia vital:
nada que pudiera remitir a una “personalidad” en el sentido mas común de la
palabra. Por eso (Valéry) puede anotar (…): “Monsieur Teste no tiene opiniones.
Creo que era capaz de alterarse a voluntad….” “Si hablaba nunca levantaba el
brazo, ni siquiera un dedo. Había matado la marioneta. Nunca sonreía, no decía
ni buenos días ni buenas tardes. (…) “Sabe demasiado para vivir” (pág 109).
¿Cómo es posible esta mortificación
en pro del conocimiento puro, de estas ascesis a una vida suspendida en un “no
acontecer”? Sloterdijk nos propone tres mecanismos:
a)
Retirada de la vida profana, “secesión”, le llama, a una vida
apartada, distanciamiento de la realidad para habitar el mundo de la reflexión
teórica.
b)
Fortalecimiento de un testigo externo a uno mismo, un “otro yo” que
nos contempla desde un plano atemporal , y liberado de ser reo de las pasiones propias de nuestra
naturaleza humana.
c)
Cambio de “la pequeña subjetividad al alma grande”. Pensar desde este
otro “yo” externo, e incluso sentir desde este otro yo idealizado e intemporal,
alcanzando esta suerte de “vida en la muerte”, o trans-vida. (pag.112-7)
Y bien, ¿cómo acaba este barrunto
idealizado del conocimiento humano, (o mejor, “supra-humano”)? Asesinado por
diez dagas que van al núcleo mismo de esta construcción cultural de cariz idealista:
1*La teoría marxista de la
estructura y supraestructura, o dicho de otra manera, los condicionantes
materiales (económicos) de nuestras ideologías.
2*La crítica perspectivista
nietzscheana a la “razón pura”. No hay razón pura, siempre hay un ángulo que
nos sirve de anclaje a la realidad, del que somos deudores y a la vez al que
pagamos tributo.
3*La reducción de la realidad a la
lucha entre opuestos, (y de manera mas concreta en la lucha partidista o
política), algo que ya venía de la
dialéctica de Hegel, se consumó en Marx, y que Sloterdijk pone en boca de
Luckács quizás porque resulta un exponente algo esperpéntico de como las ideas
partidistas se infiltran en la reflexión académica.
4*La influencia del “estado de
ánimo” sobre el discurrir teórico, ejemplificado por Heidegger, (y su abrazo al
nazismo).
5*El despertar de la conciencia
moral en el mundo de la ciencia física, ciencia considerada hasta el estallido
de la Bomba Atómica como “pura”, y con aquel terrible suceso manchada para
siempre. Ya no resulta posible hablar de una ciencia moralmente neutra, tal
como ha subrayado muchas veces entre nosotros Diego Gracia.
6*La comprensión del mundo se
realiza a partir de un compromiso del sujeto con este mundo, y solo conocemos
en la medida en que también nos comprometemos, tal como enunciara el humanismo
existencial de Sartre.
7*Por otro lado hay un componente
sociológico que explica lo que en cada momento damos importancia. Cada momento
histórico es capaz de valorar lo que le interesa, y lo demás queda en el
cajón…. del desinterés. “Con la palabra
aparentemente inocua de “interés” –desde el siglo XVII un seudónimo civil de
las pasiones- se consumó la catástrofe de la teoría pura” (pág 126).
8*El feminismo se encarga de
desenmascarar cuánto hay de sesgo de género en muchas argumentaciones
aparentemente “puras”.
9*Las neurociencias se encargan de
señalar cuánto hay de sentimental en los razonamientos que nos parecen
estrictamente cognitivos, (recordemos a Damasio y su teoría del marcador
somático, apuntada ya por W. James).
10*Finalmente el saber científico
“hay que comprenderlo como “prolongación de las relaciones sociales con otros
medios””, (pag 129), lo que nos recuerda a R. Rorty. Sloterdijk prefiere citar
a Pierre Bordieu y su sociología del homo
academicus, que muestra “cuán profundamente lo humano, demasiado humano, sobre
todo la lucha por el prestigio y la preeminencia, marcan el comportamiento de
la clase dedicada a la teoría” (pág 129). Recordemos en la misma línea el
extraordinairo libro de Randall Collins, Sociologia de las filosofías.
Un breve comentario final: si tomáramos este libro como una
introducción histórica al nacimiento del pensar teórico, lo calificaríamos de sesgado
e incompleto.. El saber científico siempre ha tenido un fuerte anclaje en la
realidad, en lo empírico; y el saber filosófico ha tenido tantos matices como
seres humanos lo han cultivado. Sin embargo no es esta la pretensión de
Sloterdijk, que quiere enfatizar hasta qué punto la filosofía se quiere
justificar en un espacio protegido, privilegiado, y, sobre todo, en un entorno histórico hostil. La filosofía justificada como modus vivendi… En este punto llama la
atención que el mito del sabio asceta se reduzca al mundo filosófico, cuando en
realidad viene a ser una infiltración (uso el término a posta, por ser
predilecto de Sloterdijk) del mundo religioso, (o de manera mas específica del
mundo místico). En cierta medida algo enuncia Sloterdijk cuando habla de las
diferentes maneras de concebir lo que
pudiera ser una religión….
Profundizar en esta línea le hubiera hecho ganar mayor profundidad. Y finalmente anotar esta terca apuesta que
acostumbra a hacer por el uso de términos nietzscheanos, (voluntad de poder,
resentimiento), que le conducen de manera inexorable a forzar (exagerar) algunos análisis. Claro
que existe el resentimiento, pero ponerlo en la génesis del homo
theoricus… ¿no nos basta la ambición? Digamos
en su favor que lo mejor del libro está en los detalles, en los recovecos que
descubre como por casualidad, y las
imágenes literarias que surgen de estos descubrimientos.
Francesc Borrell
Barcelona
Webs de interés.-
Boletín de Bioètica de
la Universidad Complutense.
Liderado por Lydia Feito publica desde el año 2009 un interesante Boletín con
una colaboración fija del profesor emérito Diego Gracia, editorial, caso
clínico comentado, y trabajos de especialistas en Bioética así como de alumnos
destacados del Grado de Medicina y enfermería. En el último número destaca “Organizaciones
éticas” , de la propia Lydia Feito, y “Razón de Estado”, de Diego Gracia.
El Instituto Ethisphere® es el líder mundial en
promoción de los estándares de las prácticas comerciales éticas de grandes
corporaciones. Publica el ranking de “empresas más éticas” y además emite
diversos certificados:
Certificación Ética Inside®, Líder de Verificación
de Cumplimiento ™ y Anticorrupción Programa de Verificación ™.
Alberga además el The Business Ethics Leadership
Alliance (BELA), una comunidad de
compañias esforzadas en promover los valores éticos en el liderazgo
empresarial. Organizan actividades y publicant una revista.
Me aprece una iniciativa intersanet, pero no se qué
pensar de su ranking de las llamadas “empreses mas éticas del mundo”. Hago un
copiar/pegar de una parte de la lista:
AEROSPACE & DEFENSE
|
|
Elbit Systems of America
|
USA
|
Rockwell Collins
|
USA
|
APPAREL
|
|
Gap Inc.
|
USA
|
Hennes & Mauritz AB (H&M)
|
Sweden
|
Levi Strauss & Co.
|
USA
|
AUTOMOTIVE
|
|
Cummins Inc.
|
USA
|
Delphi Automotive PLC
|
USA
|
Ford Motor Company
|
USA
|
BANKS: NATIONAL
|
|
Banco do Brasil S.A.
|
Brazil
|
National Australia Bank
|
Australia
|
Teachers Mutual Bank
|
Australia
|
BANKS: REGIONAL
|
|
Old National Bancorp.
|
USA
|
BANKS: SUPER REGIONAL
|
|
U.S. Bank
|
USA
|
BUSINESS SERVICES
|
|
Dun & Bradstreet
|
USA
|
CHEMICALS
|
|
Eastman Chemical Company
|
USA
|
Ecolab Inc
|
USA
|
COMPUTER HARDWARE
|
|
Dell Inc.
|
USA
|
Hitachi Data Systems
|
USA
|
TE Connectivity
|
Switzerland
|
COMPUTER SERVICES
|
|
Google Inc.
|
USA
|
Obsérvese: la mayoría USA, algunas con pleitos
Internacionales de alcance... Y tú, ¿qué piensas?...
Pablo Oliveres
Murcia
Artículo comentado.-
Seguridad Clínica.- Seminario en la Escuela Andaluza de Salud Publica.- Colaboración de Miguel Molina.
Miguel Molina |
En este encuentro se congregaron más de 150 médicos de familia, residentes de MFYC, estudiantes de medicina y otros profesionales, después de dos meses de debate virtual por correo-e entre los más de 250 inscritos. Se buscaron respuestas a cuestiones sobre cómo tomamos las decisiones en la consulta, las diferencias entre el error y la fantasía del error, lo que nos ocurre cuando aparece un error, cómo nos comportamos o los sufrimos (segundas víctimas) o qué estrategias podemos adoptar para reducirlos.
Previa a esta actividad, se organizó durante la mañana del día 6 de
febrero un grupo satélite formado por tutores, estudiantes de medicina y
residentes de MFYC para tratar sobre los “Errores sistemáticos en salud
pública, gestión y clínica vistos desde la práctica diaria. Errores difíciles
de advertir y fáciles de olvidar”.
Se seleccionaron 14 temas en donde aparecen este tipo de errores.
Residente o estudiantes, asistidos por un tutor, los analizaron y expusieron:
1- Andropausia (elixir, vasectomía, testosterona).Clara
Alavedra y Enrique Gavilán
2- Coxib (complicaciones cardiovasculares). Elvira
Parafita y Mariano Madurga
3- Episiotomía (uso y abuso, ensayo clínico).Beatriz
Granero y Mercedes Pérez Fernández
4- Mamografía en el cribado del cáncer de mama (sobrediagnóstico y
otros daños). Francisca Garrido y Juan Gérvas
5- Modelos de crónicos (Chronic Care Model y la atención primaria).Enrique
Molina y Sergio Minué
6- Osteoporosis
(enfermedad imaginaria, diagnóstico incierto, tratamiento innecesario).
Miguel López del Pueyo y Roberto Sánchez
7- Prevención primaria del riesgo cardiovascular (tablas de riesgo,
sobreuso de estatinas). Francisco
Ángel Guirao y Luis García Olmos
8- PSAy el tacto rectal en el cribado del cáncer de próstata (sin
fundamento científico).Verónica Valle y Josep Casajuana
9- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (la
medicalización escolar). Maribel Valiente y Javier González de Dios
10- Tratamientos antidepresivos (de cuando el vivir se convierte en
depresión que se "cura" con medicamentos). Luz Bueno y
Alberto Ortiz
11- Terapia hormonal en la menopausia (necesaria en pocos casos,
peligrosa en la mayoría). Ana sanz y Rosa Magallón
12- Vacuna contra la gripe (evita la gripe pero no sus
complicaciones). Adrian Cardo y Rafael Bravo
13- Vacuna contra el tétanos (¡todavía se sigue recomendando la
revacunación cada 10años!).Irene Fernández y Luis Palomo
14- Vacuna contra el virus del papiloma humano (una vacuna
experimental llegada a vender como curativa del cáncer de cuello de útero).
David García y Javier Padilla
El seminario se inició la tarde del viernes del 6 de febrero y tuvo dos
partes diferenciadas. En la primera se presentaron dos ponencias. Sara Calderón, residente de MFYC, nos recordó las
características de la atención primaria y su función dentro del sistema
sanitario. A continuación, la pérfida ginecóloga, tal como se autodenominóMyriam Ribes, nos dio su visión particular de cómo
una especialista hospitalaria vive, sobrevive y afronta los errores médicos en
situaciones críticas.
En una segunda parte, se expusieron seis casos clínicos reales de la consulta del médico de familia,
seleccionados a partir de un banco de casos creados por los propios
participantes durante el debate virtual. Cada ponente disponía de 5 minutos
para relatarlo y a continuación se abría un turno de preguntas de diez minutos
para su análisis. Se vivieron momentos de gran intensidad emocional durante la
descripción de algunos relatos y muchas de las situaciones planteadas se
atribuyeron más a fantasías de errores ( creencia de cometer un error que no se
ha producido) que a errores médicos propiamente dichos.
En la mañana de sábado 7 de febrero se presentaron cuatro ponencias. Salvador Casado, médico de familia, nos recomendó qué
hacer ante la inevitabilidad del error y cuando nos enfrentamos a él en la
consulta. Mariola Gracia, médico de familia, nos puso en alerta
ante la vulnerabilidad de determinados colectivos que son más susceptibles a
ser objeto de errores, como los enfermos psiquiátricos, los discapacitados o
determinadas etnias como la gitana. Jesús Palacio, médico de familia y miembro de grupo
de seguridad del paciente de semFYC, habló sobre cómo aprender de los errores
para lograr prácticas más seguras en sistemas más seguros. Por último, Sergio Minuéhabló sobre cómo tomamos las decisiones
según las teorías de la psicología médica (sistema 1 -intuitivo-y sistema 2
-analítico-), el papel que juegan las emociones y cómo estas condicionan la aparición
de un error, así como sobre las causas de los errores.
La jornada finalizó en un debate de cuatro horas entre los ponentes y
los participantes sobre las diferentes cuestiones planteadas en el debate
virtual. Se recogieron todas las propuestas o ideas que fueron surgiendo a lo
largo de la jornada y se plasmarán en un documento que se hará público.
En resumen, una jornada histórica para la seguridad del paciente de este
país en la que participaron 30 ponentes (entre el satélite previo y el
seminario), con 133 intervenciones de los asistentes en las nueve horas de
debate y con un total de 359 inscritos sumando las dos actividades. El impacto
en las redes sociales ha sido destacable. En twitter, cuando se redacta esta entrada, el hastag #siap2015,
lo han utilizado 312 usuarios que han generado 1.584 tuits con una audiencia de
313.118 que ha supuesto unos 2 millones de impresiones.
Miguel Molina (editor de “blog d´unmetge de familia”, y Kioskomed),
accesible en: http://metgedefamilia.blogspot.com.es/2012/09/kioskomed-una-manera-facil-i-rapida.html
Barcelona