INDICE.-
Noticias.- *Curso avanzado de Ética del Grupo de
Bioética de la AEP
*VII
Jornadas Comités Ética Asistencial CEAS 2012:
Comentario de
libros.-
JA Marina.
Inteligencia Ejecutiva. Ariel. Barna 2012.
186 pág, 16 euros.
Juliana González
Valenzuela. Genoma humano y dignidad humana.
Anthropos, Barna 2005
Webs de interés.-
Los Ig Nobel
2012
Artículo
comentado.- Suzana KE, Epstein RM Turning Toward Dissonance: Lessons From Art, Music, and Literature. Journal of Pain and Symptom Management 2012; 43(2) 293-298
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Noticias.-
*Curso avanzado
de Ética del Grupo de Bioética de la AEP
Avilés, 19 y 20
de octubre de 2012. “Bioética y cine: enfermedades raras en Pediatría”.
Información en:
Contenido: Detección
y análisis de problemas éticos suscitados por la película. A la búsqueda del
diagnóstico. Epidemiología. Enfermedades raras de forma aislada pero no en
conjunto. El proceso de diagnóstico y seguimiento: ¿qué le pasa a este niño/niña?
¿A donde lo envío?
Adecuación del
esfuerzo diagnóstico: ¿hasta dónde? ¿para qué?
Tortosa |
*X International Ontology Congress.
PHYSIS. From Elementary Particles to Human Nature. Under the patronage of UNESCO and the
honorary presidency of Daniel C. Dennett
Donostia International Physics Center Building. Actos en Barcelona:
8-9 octubre.
Ver programa completo en: www.ontologia.net
*IX
Jornadas Nacionales AEN de Historia de la Psiquiatría “RAZÓN, LOCURA Y
SOCIEDAD. UNA MIRADA A LA HISTORIA DESDE EL SIGLO XXI”. Ourense, 4, 5 y 6 de
octubre de 2012. Información en:
http://diariodeunmedicodeguardia.blogspot.com.es/2012/09/ix-jornadas-nacionales-aen-de-historia.html
* IX Jornadas de la Sección de Historia de la Psiquiatría de la AEN
(4-10-2012)
"Razón, Locura y Sociedad.
Una mirada a la historia desde el Siglo XXI". Organiza: Asociación Española de Neuropsiquiatría
(AEN). C/
Magallanes, 1 Sótano 2 local 4. 28015 Madrid.
Comentario de libros.-
JA Marina.
Inteligencia Ejecutiva. Ariel. Barna 2012.
186 pág, 16 euros.
Hay que elogiar
el encono de JA Marina por aportar instrumentos a la educación de nuestros
infantes. Inauguró con la educación del talento una línea editorial que se nos
ocurre pertinente e incluso útil. A la pregunta, qué pueden aportar las
ciencias cognitivas a la pedagogía, JA Marina (JAM como él mismo se abrevia),
responde: con el cultivo de la inteligencia. El talento sería “la inteligencia
triunfante”. Pero de las múltiples inteligencias que hoy en día cultivan los
psicólogos, (a partir del paradigma de Gardner de las inteligencias
múltiples), añade o prioriza la
ejecutiva, aquella que no soluciona problemas, sino que elige los problemas a
resolver.
JA Marina |
Este modelo asimila el funcionamiento del cerebro
al de un computador, en el que la
IE tendría un sistema normativo capaz de juzgar si el
material que le propone la IC
es apropiado. El habla interior por el que examinamos nuestros pensamientos y decidimos, sería, a
entender de JAM, parte fundamental de la IE, junto a las normas morales (pag
112). Ahora bien, nos tememos que hemos regresado al modelo del homúnculo. En
el modelo “computadora” la IE
simplemente dice “si” o “no” a los contenidos que le ofrece la
IC. Se diría que en este modelo la
complejidad humana reside en la IC. Pero si
el habla interior es parte de la IE , y con ella el libre albedrio, entonces no
estamos hablando de una IE que dice “si” o “no”, sino de una IE que razona de
manera verbal, con argumentos y aplicando normas. Si este es el modelo
regresamos a una entidad que es el “yo” de los psicoanalistas, y no despejamos
ningún misterio, mas bien volvemos a considerar este “yo”, al que llamamos
ahora IE, una caja negra a la que apelamos para explicar múltiples tareas de la
mente. No es casualidad que la portada del libro ilustre la teoría del
homúnculo.
El modelo
resultante no difiere en exceso del manejado por Freud y en general por los
neocartesianos, a saber, un “yo” en diálogo con un inconsciente, en cierta
medida un “yo” en oposición dialéctica a un “no-yo”. Este modelo no indaga la
sustancia del “yo”, simplemente lo venera bajo nuevos nombres, en este caso
Inteligencia Ejecutiva. Pero el problema subsiste: ¿Cuál es la naturaleza
neurológica y psicológica de esta IE? Si
la IE devuelve a la IC los materiales para
deliberar estaremos apostando por un modelo en que no hay barreras entre la IC y la IE , al contrario, lo que existe
es un trabajo al alimón. De hecho la confusión está presente a lo largo del
libro, por ejemplo cuando se afirma en un excurso poético “ahora sé (…) que
soy mi inteligencia computacional. ¡Que feo!”, (pág 120).
Marina parece
apostar por una transfiguración de la
IC gracias a la
IE asesorada por la “razón” (pág 130). La mente humana
dispone de múltiples recursos y nuestra capacidad de imaginar nos impulsa a la
acción. Cuando disponemos de “ficciones eficientes”, (pág 135), todo nuestro
ser se volca en la meta, y se produce
esta transfiguración de los contenidos computados por el azar (IC). Ahora la IC se pone al servicio de la
IE. Marina
nos propone, de acuerdo con las teorías mas recientes de la psicología
cognitiva, que eduquemos nuestra intuición, y con ella la IC. Esta educación se
produce por una transferencia de hábitos voluntarios y cultivados, que poco a
poco se automatizan, al igual que hace un experto jugador de bridge (pág 139).
La intuición del experto consiste en eso, en una experiencia memorizada y un
cálculo de probabilidades afinado.
Volvamos a la
libertad. Si es cierto que un alcohólico tiene poco control sobre algunos de
sus actos, no lo es menos, nos recuerda Marina, que sí tuvo un momento de
lucidez en la que decidió emborracharse. Será en estos momentos de lucidez
donde hay que apretar las clavijas a los chavales, y educarles también en los
buenos hábitos, viene a decirnos. Esta voluntad no existe en el niño, hay que
crear esta voluntad y en su mayor parte
le vendrá desde fuera, desde la educación.
Sería en este punto muy pertinente hablar de la motivación intrínseca y
extrínseca (pag 143 y ss, aunque recordemos que JAM tiene un libro dedicado a
la motivación), pero JAM zanja el tema con una frase meritoria: refiriéndose a
los drogadictos, y en general a quienes prefieren afrontar el malestar que
produce un problema en lugar de afrontar el problema, JAM les advierte que “ a
quienes tomaban un atajo hasta el mundo de la magia les ha costado mucho
trabajo aprender a tener paciencia,
perseverancia y disciplina, a tolerar el exilio en un mundo común y corriente”
(pág 143).
En la última
parte del libro JAM apuesta por el bucle prodigioso, a saber, una IC educada y
dócil gracias a una IE que la ha domesticado, y una IE provista de buenos
criterios de selección (pag 148). IC e
IE se potencian mutuamente en el logro de metas. Máxima eficacia del individuo.
Aparece brevemente la educación del deseo, tema al que dedicó en 2007 “la
arquitectura del deseo”, (ver comentario en este blog, apartado etiquetas). En
aquella obra nos hablaba de los deseos nacidos del temperamento, del carácter y
del guion de vida. Lástima que no recuperara este esquema en el presente
volumen. Apela al modelo de un Nuevo Inconsciente para afirmar que podemos
educar la parte instintiva, pero no explica cómo. ¿Qué debemos entender por
consciencia e inconsciencia? ¿Es ciertamente la IC “inconsciente”, como afirma en el libro, o estamos confundiendo (o asimilando) el
pensamiento “no verbal” con pensamiento
inconsciente? ¿Confundimos quizás el carácter aleatorio o espontáneo de la
ideación, con que sea “inconsciente”? Son cuestiones que a mi modesto entender
no quedan esclarecidas, quizás porque han sido tratadas en alguna otra de sus
obras.
El libro se lee,
como casi todos los de JAM, con una facilidad engañosa, pues Marina hace fácil
lo difícil. Admiro la capacidad para seleccionar citas de los autores clásicos
y contemporáneos, e incluso cita alguno de español, aunque son mayoritariamente
del área anglosajona. La obra gana agilidad por los diálogos simulados en un congreso
ficticio sobre IE. El recurso da posibilidades literarias, aunque en ocasiones
dispersa el núcleo de atención y al final el lector no acaba de sedimentar los
contenidos. En realidad quiere en ocasiones ser tan sintético que resume
aportaciones de autores importantes de manera telegráfica. Sospecho que la
mayor parte de padres con hijos problemáticos van a perderse entre una maraña
de conceptos, aunque al ser un libro entretenido quizás no se enteren. Se echa
a faltar, eso sí, una parte mas clara de concreción, que se anuncia en la
web. Cada capítulo tiene su correlato
en una web que tiene materiales a
disposición del público en general: www.bibliotecaup.com
.Se trata de documentos en su mayoría seleccionados de Internet, pero no por
ello menos valiosos. Unos breves clips del propio Marina enuncian las temáticas
y al final el lector aterriza en la web de la Editorial Planeta que
comercializa módulos formativos dirigidos a los padres, (Universidad de padres). Ahí parece que si se concretan
las ideas de JAM. Bueno, a mi me parece bien, me gusta que los filósofos se
ganen la vida. Y las ideas de Marina, recuperando virtudes como el esfuerzo,
disciplina con cariño, fortaleza o determinación se me antojan útiles para
estos momentos en que se están devaluando tantos valores personales. Porque
esta cuestión de los valores, como advierte JAM, no consiste en aprenderlos,
sino en actuarlos. Completamente de acuerdo.
Francesc Borrell
Barcelona.
Juliana González Valenzuela. Genoma humano y dignidad
humana. Anthropos, Barna 2005.
La autora nos
introduce en un tema de máxima actualidad, el genoma humano y la dignidad
humana. Para ello trata de responder a lo largo de este libro a la pregunta que
se formula en las primeras páginas del mismo ¿En qué se cifra la humanidad del
hombre y su constitutiva dignidad? Y nos avisa de que el hallazgo del genoma humano conlleva
ciertamente propensiones al reduccionismo naturalista, y con este, a una
lectura determinista de los hechos genéticos con la grave consecuencia de poner
en cuestión la posibilidad de la libertad.
Aunque al mismo
tiempo nos informa de que estas propensiones son interpretaciones parciales y
superficiales de la realidad genética, pues en el propio campo de la ciencia
genómicas no sólo se reconocen los límites del determinismo, sino que incluso
se llega a entender la causalidad de forma no unívoca, necesaria y lineal, de
modo que resulta compatible tanto con el azar como con la libertad.
Compatibilizar la
naturaleza humana con la cultura humana y la genética con la ética es la misión
que se propone nuestra autora en el libro que reseñamos.
Para ello divide
el libro en dos partes. En la primera trata sobre la ciencia genómica y en la
segunda sobre la praxis genómica. El libro no es meramente descriptivo sobre
los conocimientos actuales en genómica y de sus aplicaciones, fundamentalmente,
en medicina; la autora va dejando su impronta filosófica sobre el relato de los
hechos científicos. Así nos dice: “La genética, por así decirlo, deja una especie de abertura, de hiato; un margen de
in-determinación y des-programación (o acaso de sobre determinación) que hace
posible, justamente, el reino de la posibilidad y la libertad; de la acción
consciente, intencional y creadora, propia del ser humano, el constructor de su
mundo simbólico, ético e histórico, social y cultural. El reino de su
intrínseca autonomía y dignidad”.
Juliana González |
La autora no deja
atrás ninguno de los más acuciantes problemas de la praxis genómica en su doble
vertiente, de fundamentación filosófica y de utilidad médica. Se pregunta ¿Para
quién la medicina genómica, o la proteómica o la nutri-genómica?, ¿cómo
solucionar la brecha de desigualdad que se abrirá entre quienes puedan acceder
a la genómica y quienes no?, ¿cómo abordar el problema de las patentes en biotecnología, en los descubrimientos y /o
inventos que tienen que ver con el material genético?, etc. Sí es cierto que en todo momento las
preguntas tratan de ser respondidas
desde lo que la autora comprende por naturaleza
humana.
“La naturaleza humana o condición humana la comprendo en tres sentidos distintos: como
naturaleza constitutivamente contradictoria y contingente: ser y no ser, ser
así o de otro modo; como naturaleza onto-histórica, que conlleva tanto la
realización o frustración de lo propiamente humano, tanto la humanización como
la deshumanización o inhumanidad del hombre real. Y como naturaleza histórica
humanizada regida por una idea de hombre, y por valores ideales, deberes,
históricamente propuestos”.
Este modo de
entender la naturaleza humana le permite ir dando respuestas a las preguntas
más complejas que en estos momentos tiene planteada la bioética sobre el inicio
de la vida. Sirva como ejemplo, como aborda el problema del estatuto del
embrión.
“Sólo dentro de
categorías dialécticas y no esencialistas puede, así, comprenderse el hecho de
que el embrión sea y no sea “humano” al mismo tiempo; que
desde el inicio de la vida embrionaria esté en cierta forma presente la
naturaleza humana, pero que a la vez no lo esté, en tanto que prevalece su
carácter potencial (pluripotencial), esencialmente indeterminado[…] Nada es
“esencia”, todo es “esencial” en el proceso embrionario de gestación de un nuevo
ser vivo. El proceso entero es en términos de Gracia, “constituyente”, y esto
significa que, sin romperse la continuidad se vayan dando “saltos
constitutivos”, “saltos esenciales” variaciones que no son meramente
accidentales […] aristotélicamente podría decirse que se van actualizando las
potencias. Pero lo que importa es que, de cada actualización o acto, surgen
nuevas potencias que no existían en el estadio anterior “.
Afirma que el
embrión humano posee un estatus peculiar
del que depende su estatus moral y jurídico pero que, sin embargo, antes del
momento de su implantación en un útero materno, el embrión está ciertamente
separado, existe en sí , pero sólo será en el útero materno donde empezaría su
constitutiva condición de ser-
en-relación, rasgo radicalmente humanizante de la vida. Y todo ello le
permite citar a E. Schroten: “Si un embrión humano se deja sólo, morirá. En
otras palabras, compartir una herencia genética humana es una condición
necesaria pero no suficiente para convertirse en un ser humano. Y ya que los
embriones sobrantes no cumplen con estas condiciones, no se convertirán en
seres humanos y no deben, por tanto, ser tratados como tales”
Sobre las posibilidades futuras de clonación humana
o las mejoras eugenésicas afirma:
“Lo humano del
hombre es la libertad de ser, sobre la base de lo que puede no ser. Y es esto
lo que justamente podríamos mutar: la libertad bio-ontológica. La gran
tentación entonces es en el fondo la de renunciar a la libertad, o más bien, la
de sustituir la libertad por la perfección”.
Juan Carlos
Hernández-Clemente.
Webs de interés.-
Los Ig Nobel 2012
La
entrega anual de los premios IgNobel va recibiendo cada año una mayor atención
mediática. Definidos como una parodia del Premio Nobel, se conceden para
destacar logros científicos que "primero hacen
reír a la gente, y luego le hacen pensar", por su valor inusual e
imaginativo y por estimular el interés general por la ciencia, la medicina y la tecnología,
como afirma la web de los premios, creados y
organizados por revista de humor científico Annals
of Improbable Research. En la ceremonia, que se celebra en el Sanders Theatre, de la Universidad
de Harvard, intervienen auténticos premios Nobel que presentan
a los ganadores.
Los primeros Premios Ig Nobel fueron otorgados en 1991
(este año ha tenido lugar la XXII edición de los galardones), aunque en aquella
primera ocasión se premió a descubrimientos "que no podían, o no debían,
ser reproducidos". Posteriormente el abanico de motivaciones se ha
ampliado. Existen antecedentes de concesiones que encierran una crítica no del
todo sutil, como los premios otorgados a las juntas estatales de la educación
de Kansas y Colorado por su postura en relación con la
enseñanza de la evolución, o el concedido a la revista Social Text tras publicar como auténtico el ejercicio
paródico que dio lugar al llamado Affaire Sokal.
En otras
ocasiones, los IgNobel premian a trabajos científicos que tienen algún aspecto humorístico o
inesperados, desde la constatación de que la presencia de los humanos puede
excitar sexualmente a los avestruces hasta la afirmación de que los agujeros negros cumplen todos los criterios requisitos
técnicos exigibles para ser la ubicación del Infierno.
La presentación en la prensa de los IgNobel tiene un cierto
toque de varieté (de la risa que suscita en primer lugar cualquiera de sus
ganadores) pero que prescinde del elemento más profundo (ese “hacer pensar”
posterior) que según sus organizadores suscitan los trabajos premiados. Para otros,
estos galardones son el contrapunto “pequeño y bello” que todavía puede
encontrarse en la Ciencia, frente a las “grandes” investigaciones,
multicéntricas, con presupuestos desorbitados y decenas de autores implicados,
que caracterizan a los estudios de la Física y la Genética.
Recogemos un interesante ejemplo de trabajo ganador del
IgNobel. Los estadounidenses Craig Bennett, Abigail Baird, Michael Miller y
George Wolford obtuvieron el galardón en el campo de las Neurociencias por un
interesante estudio
que demostraba que la acumulación de errores estadísticos para la
interpretación de técnicas de Resonancia Nuclear Magnética permitía llegar a
resultados que indicaban actividad cerebral significativa en tests cognitivos
en un salmón, muerto, por lo demás. El planteamiento es humorístico o irónico,
pero el trasfondo dista mucho de serlo y cuestiona muchos de esos trabajos que afirman
haber encontrado el asiento de tal o cual facultad o cualidad en una
determinada zona del cerebro humano.
Juan Medrano
Bilbao
Artículo comentado.-
Suzana KE, Epstein RM Turning Toward
Dissonance: Lessons From Art, Music, and Literature. Journal of
Pain and Symptom Management 2012; 43(2) 293-298
La tesis central de este articulo afirma que el arte
es gestión de la tensión y la disonancia, y que esta gestión emocional es
parecida a la que realizamos los clínicos en situaciones complejas cuando no comprometidas. Afirman los autores:
“Por un lado, muchos médicos tratan de proteger a
los pacientes de sus propias historias por temor a que ellos no puedan ni
entender la complejidad ni hacer frente a la dificultad de su situación. Por
otro lado, en los cuidados paliativos, se nos pide que Fuertes ante el sufrimiento. Esto permite que la historia se despliegue, para pasar de
disonancia a lo que pudiera tenir un sentido”.
Epstein ya nos había hablado en otras ocasiones de
que el medico o profesional de la salud es algo así como un instrumento musical
que debe afinarse constantemente. Pero aquí toma otro símil: la propia historia
del paciente, la situación clínica, como
partitura que debe comprenderse:
Music has the potential to expand the capacity to find beauty in dissonance. As a complex and mature piece, Brahms’s A German
Requiem goes from dissonance to dissonance delements
within each dissonance leading to resolutions that
are only partial and that carry the listener
through a range of emotions. Mourners don’t leave the concert hall during the
second movement of the Requiem; they stay,drawn
in by the introduction of exquisitely sculpted melodies whose beauty brings
those dissonances into even sharper relief.
Muchos músicos consideran la armonía un juego entre
tensión y relajación. Las situaciones clínicas tienen mucho de eso, y hay que
saber encontrar la armonía propia de cada paciente y cada escenario, vienen a
decirnos. Y como ejemplo citan la conferencia de Benjamin Zander, que ofrecemos
a nuestros lectores. No se la pierdan. Pero antes lean por favor esta
aportación de los autores:
The performance, thus, is art -it is not ‘‘natural’’
in the sense of a heartbeat or birdsong- but rather beautifully and intentionally crafted.
In the face of discord, horror, and suffering, empathic responding is, in a
certain way, not a ‘‘natural’’ response either. Natural responses are to
withdraw from pain and ugliness and seek calm, peace, and comfort. Art and
medicine teach us that beauty
does not emerge from mindless tranquility but rather
can be discovered when we delve into the very dissonance that we instinctually try
to avoid.
La Redacción.
VIDEO RECOMENDADO
En este video Benjamin Zander explica la diferencia entre tocar una pieza e itnerpretar una pieza muscial. Mutatis mutandi.... atender a un paciente o cuidar de un paciente.