Noticias.- Congreso Internacional de Humanidades
Médicas; Revista Internacional de Humanidades Médicas.
Comentario de libros.- Bioética: el estado de la cuestión.
Lydia Feito, Diego Gracia, Miguel Sánchez (editores).
Editorial: Triacastela. Madrid, 2011. Lisa Mandel: Psiquiátrico. 1- El frenopático.
Bilbao: Astiberri, 2011
Webs de interés.- Ted Talks
Video comentado.- ¿Por qué somos hipócritas? De R. Kurzban.
Artículo comentado.- Fred Plat. Verano 1960.
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Noticias.-
CONGRESO INTERNACIONAL DE
HUMANIDADES MÉDICAS
REVISTA INTERNACIONAL DE
HUMANIDADES MÉDICAS
El reciente
acuerdo entre la Fundación Iatrós de Teoría de la Medicina y la filial española
de la empresa Common Ground Publishing ha dado lugar a la creación de una
Revista y un Congreso Internacional de Humanidades Médicas, dirigidos a todos
los países de lengua española y portuguesa. Se realizarán en coordinación con
el correspondiente congreso y revista que ya organiza Common Ground Publishing
en lengua inglesa: la International
Conference on Health, Wellness and Society y The International Journal of Health, Wellness and
Society Iinformación detallada en: http://humanidadesmedicas.com/conference-2013/
Revista Internacional de Humanidades Médicas |
El Tercer
Congreso Internacional de Humanidades Médicas (Third International Conference on Health, Wellness and Society) se
celebrará en Sao Paulo el 15 y 16 de marzo de 2013.
Los campos temáticos incluidos en las Humanidades Médicas
para esta iniciativa son:
Antropología y sociología médicas
Arte, literatura y medicina
Bioética
Comunicación médica
Historia de la medicina
Psicología y psicopatología
Teoría de la medicina
José Lázaro, Madrid.
Comentario de
libros.-
Bioética: el
estado de la cuestión. Lydia Feito, Diego Gracia, Miguel Sánchez (editores). Editorial:
Triacastela. Madrid, 2011.
El libro propuesto es un libro coral donde múltiples
voces tratan de explicar, desde diferentes puntos de vista, la situación actual
de la bioética en lengua castellana. A la vez, es un libro homenaje a la figura
de Diego Gracia y a su contribución a la bioética en las últimas décadas.
A pesar de que el libro aborda los diferentes temas que
preocupan a la bioética en este momento (métodos de investigación
cuantitativa y otros paradigmas de
investigación en bioética; situación de los comités de ética asistencial y de
investigación; toma de decisiones compartidas: decisiones silentes y el
privilegio terapéutico; la selección eugenésica; la bioética global; los
problemas demográficos; el lugar de la bioética en el contexto de las
humanidades médicas…) se centra en el
estudio y desarrollo de un método
para la bioética. Este método según Diego Gracia y alguno de los autores que
participan en el libro sería el método deliberativo.
Desde el método narrativo
“se trata de reconocer que el
actor ―principalmente el paciente, aunque también el médico, el enfermero,
etc.―es el autor de su propia vida, y que por ello la historia, el relato que
el construye no puede descansar ―al menos no exclusivamente ―sobre principios o
teorías abstractos, sino sobre un tipo de conceptualización personal del caso”.
También “la ética narrativa intenta recuperar la dimensiones de la moral que
han sido relegadas u olvidadas, como la experiencia vital, el sentido personal
que se otorga a los acontecimientos, o la dimensión de responsabilidad y
compromiso con el otro humano”.
Sin embargo, el método narrativo debe complementarse con
el método hermenéutico. “Para este planteamiento ético no sirve el modelo deductivo
en el que partíamos de unos axiomas o principios que aplicaríamos a los casos
concretos. Tampoco serviría el modelo inductivo, situacionista. Es preciso un
nuevo planteamiento que no sea ni puramente principialista ni puramente
casuista; entre uno y otro, con uno y con otro, se encuentra el modelo
hermenéutico. Este modelo evitaría tanto el deductivismo principialista como el
casuismo”.
Estos modelos narrativo-hermenéuticos pueden confluir en
el método deliberativo propuesto por Diego Gracia y que ampliamente explica a lo largo del presente libro.
Diego Gracia explica su Teoría de la deliberación
partiendo de la obra de Aristóteles y divide su estudio en tres partes: la
deliberación biológica, la lógica de la deliberación y la deliberación moral
propiamente dicha. De la deliberación biológica nos dice que ésta es inherente
a todo proyecto específicamente humano y
que tiene tres momentos: uno relativo a los hechos, otro a los valores
implicados y un tercero asociado a su realización práctica, es decir, a lo
que debe o no debe hacerse. Éste es el
momento propiamente moral, el relativo a los deberes: “el deber moral es solo
uno y siempre el mismo: realizar valores, y realizarlos lo máximo posible. La
ética no trata de lo bueno sino de lo óptimo”. La lógica de la deliberación es
la dialéctica, aquel modo de razonar a partir de premisas que no son
autoevidentes y verdaderas sino plausibles, opinables o probables. Finalmente la deliberación moral, que se
construye sobre tres momentos: primero, el análisis de los hechos, un segundo
momento que es la deliberación sobre los valores y por último la deliberación
moral propiamente dicha, sobre los deberes. “Ésta se monta siempre y
necesariamente sobre los hechos y sobre los valores”.
Diego Gracia expone paso a paso el modelo deliberativo
que nos propone, así como sus dificultades, y
realiza un ensayo práctico de aplicación de su método sobre “una de las
piezas morales de todos los siglos, la Antígona
de Sófocles”.
Juan Carlos Hernández-Clemente.
Madrid.
Lisa Mandel:
Psiquiátrico. 1- El frenopático. Bilbao: Astiberri, 2011. ISBN:
978-84-92769-97-1
Lisa Mandel es una artista y narradora gráfica nacida en
Marsella en 1977, con una dilatada carrera en el mundo del comic. Después de
alcanzar notoriedad y éxito en el campo del humor dirigido a niños pasó después
a temáticas adultas, como la relación de pareja entre dos mujeres que recoge su
historia “Princesa ama a princesa” (Kraken, 2010). Y en la serie “Psiquiátrico”, de la que
Astiberri ha publicado la primera de cuatro entregas, “Frenopático”, Mandel se
basa en los recuerdos de su madre, su padrastro y los amigos de ambos, todos
ellos trabajadores de la enfermería psiquiátrica francesa. El texto pretende
reflejar lo que fue el modelo manicomial clásico en los últimos 60 y a lo largo
de los 70, época en la que la madre de Mandel y sus compañeros se encontraban
en formación o en los primeros años de su vida profesional.
Concebida como un intercambio de historias, anécdotas y
batallitas en torno a una mesa, la historia nos presenta gráficamente el día a
día del manicomio, una institución de la que gráfica y crudamente se nos dice
que tenía como finalidad esencial apartar a los enfermos de la sociedad y que
no se preocupaba en absoluto por la continuidad de cuidados de los pacientes
que lo abandonaban, esencialmente porque no existían recursos comunitarios.
Conocemos, a lomos de los recuerdos de los narradores, los aspectos más oscuros
de la institución, sus desastrosas instalaciones, decrépitas e insalubres, y
una práctica cotidiana con frecuentes abusos y
humillaciones a los pacientes. El uso indiscriminado de los psicofármacos por
la propia enfermería, el empleo del electroshock como método de castigo, la
organización interna de la sala con poderosos enfermos capos en los que se
delega el poder, las chanzas con las que los enfermeros maltratan a los
pacientes, sin ser conscientes de ello, las mafias laborales y sindicales, y el
abuso continuado de los internos, a los que se esquilma y roba con el mayor
desparpajo y sin la menor impresión de que pueda ser algo inapropiado, desfilan
por el álbum de Martel con toda naturalidad. La autora refleja perfectamente la
escasa autocrítica de los narradores, su cómoda adaptación a un modelo
asistencial cuya base rechazan pero en cuyo engranaje se insertaron con
facilidad, reproduciendo sus tics y sus defectos y abusos.
Llama la atención la ausencia de figuras que
en la leyenda manicomial construida retrospectivamente en los últimos años se
asocian al poder o al mantenimiento de costumbres y rutinas. No hay monjas: el
mal hacer de los enfermeros es puramente laico, sostenido por funcionarios
civiles, veteranos de la institución. En cuanto a los médicos, apenas aparecen
en la historia, no son partícipes de los abusos de los enfermeros, y a la luz
de la narración solo cabe reprocharles que hicieran la vista gorda o, peor aún,
que no se enterasen o no quisieran enterarse de los sucesos cotidianos del
manicomio. Únicamente emergen en la racionalización final de uno de los
narradores: “…a la institución se le
había ‘otorgado’ un poder. Los garantes de dicho poder eran, en primer lugar,
los médicos. No seamos cándidos: ¡lo del poder de los enfermeros es una
engañifa! El poder lo tenían los MÉDICOS, pero lo delegaban en los
enfermeros… los enfermeros se pasaban a veces, pero quienes permitían aquello…
en realidad eran los médicos. Si no, no habrían hecho nada de aquello. Los
médicos necesitaban que las cosas fueran así para sentir que estaban asentando
su poder y su permanencia. Pero sobre todo, aquella era una manera de mantener
el equilibrio. En un equipo tenía que haber de todo: A la gente de bien le
hacían falta mamones…y a los mamones los encauzaba a gente de bien. En cierto
sentido, se metían en vereda los unos a los otros. EN cualquier caso, aquello
se daba sin que hubiera una intervención del exterior, con lo cual todo e mundo
estaba contento. Le venía de perlas a la sociedad, que quería deshacerse de los
locos sin pringarse; también era un buen apaño para los médicos, para el
Gobierno… y para los enfermeros. Toda noción de responsabilidad quedaba
englobada en la “falta colectiva”. ¿Ibas un día y metías a un paciente
una somanta palos a volver de la compra?: “falta de servicio” o “falta global”.
¿Qué le partías la crisma a otro enfermero?: al final a ti no te pedían
cuentas… A principios de los setenta, si descubrían a un enfermero birlándoles
dinero a los pacientes, el asunto se tapaba. Cambiaban al tipo de sección o lo
sacaban de la circulación”. Un manifiesto que remite a otras fórmulas de
autoexculpación a través de la incriminación de una institución o un orden
social, olvidando o escotomizando que el individuo no deja de ser una parte de
él.
Juan Medrano.
Bilbao.
Webs de
interés.-
TED TALKS
TED
es una
organización no lucrativa dedicada a difundir ideas y conocimientos valiosos. Su trayectoria
arranca en el año 1984 con la idea de reunir personas de tres mundos: Tecnología, Entretenimiento y
Diseño. Desde entonces poco a poco se ha
ido ampliando su abanico de intereses. Su directorio incluye científicos y
filósofos de todos los ámbitos, y mantiene diversas conferencias anuales:
la Conferencia de TED en Long Beach y Palm Springs cada primavera, y la conferencia en Edimburgo Reino Unido TEDGlobal cada verano.
Si os conectáis a
TED veréis que en esencia tiene un repositorio de casi 1500 charlas, además de
conversaciones y otras iniciativas. Las charlas
tienen una extensión máxima de 30 minutos, en general entre 15 y 20
minutos, lo que obliga a los ponentes a una síntesis de sus ideas. Existe una
transcripción de ls ponencias que
facilita la comprensión. Pulsando una frase en dicha transcripción el viídeo se
sitúa en aquel punto, lo que también es una excelente oportunidad para
practicar el inglés. Podréis encontrar
conferencias en todos los ámbitos del saber de la voz de sus principales
protagonistas. TED Talks empieza a tener actividades en España.
Artículo
original.-
Fred Platt. Verano 1960.- (Traducción del inglés,
Francesc Borrell).
Fred Platt |
Francesc Borrell.
Vídeo comentado
Robert Kurzban: porque somos hipócritas.
Robert es psicólogo y profesor de
la Universidad de Pensilvania. Fundador del Penn Laboratory para el estudio de
la psicología evolutiva, es autor de varios libros de éxito, el último de los
cuales, “¿Por qué somos hipócritas?”, ha sido objeto de atención en los medios.
La idea de Robert, dicho pronto y mal, consiste en afirmar que la mente opera
mediante módulos relativamente independientes, módulos que ofrecen al resto de
funciones cerebrales algo así como platos cocinados. Estos módulos no tienen
por qué ser coherentes ni consistentes entre ellos, y de aquí deriva una fuente
permanente de contradicciones. Quisiéramos ser padres modélicos pero nos
divorciamos, profesionales devotos, pero nos vamos de fiesta, políticos
ejemplares pero salimos de safari a cazar especies protegidas… Somos lo que
somos… y los psicólogos evolutivos quieren explicarnos el por qué….